Alfonso Durazo cerca de presentar su renuncia por el caso Culiacán
No han pasado ni siquiera doce horas después del caos en Culiacán, Sinaloa. En la gran capital mundial del narcotráfico los sicarios dejaron ver su gran músculo bélico, haciendo retroceder a las fuerzas armadas y a los guardias nacionales. Como resultado de la tensión, el gobierno mexicano ha decidido liberar al hijo del narcotraficante más popular del siglo.
Se trata del momento más delicado en el primer año de López Obrador en el poder, dejando ver a sus encargados de seguridad muy lentos para reaccionar ante un levantamiento cargado de violencia por parte de sicarios norteños. El medio La Política Online comenta que la renuncia de Alfredo Durazo, el hombre a cargo de la seguridad del país, ya estaría sobre la mesa del presidente.
El pacificador de la 4T
Hasta hoy por la mañana, Durazo fungía como el gran pacificador de la cuarta transformación. El secretario de seguridad pública estaba tratando los temas (también polémicos) de los enfrentamientos de sus elementos con civiles armados en Michoacán y Guerrero, cuando los tomó por sorpresa la insurrección de narcotraficantes sinaloenses después de la detención de Ovidio Guzmán, pieza clave del cártel estatal.
Entre balazos, autos quemados, helicópteros atacados, gritos y una fuga masiva de reos locales, el gobierno mexicano decidió enviar a 3,000 elementos de seguridad de inmediato para atender la violencia de los sicarios. Durazo realizó una reunión urgente con los altos mandos de las fuerzas armadas, en donde se dejó dicho que estarían listos para ir a Sinaloa a revisar las cosas personalmente.
No se sabe bien qué ocurrió
La liberación de Ovidio Guzmán sacudió al país entero, justo cuando ya se confirmaba en medios internacionales la captura del joven de 28 años. Las fotos de su rostro recorrieron el país y la liberación dejó ver una tregua que claramente lesiona la estabilidad del gobierno obradorista. Ante tales movimientos, el secretario de seguridad podría salir del gabinete presidencial en una de las noches más complejas para el obradorismo.
Todas las miradas apuntan a la conferencia matutina del presidente este viernes 18 de agosto. López Obrador tendrá que dejar en claro cómo es que se operó para detener al hijo del Chapo Guzmán, cuántas muertes se dieron en el enfrentamiento masivo y cuál será el futuro de su hombre de confianza para pacificar al país después de doce años de guerra contra el narcotráfico.
Con información de La Política Online.