Se viene la castración química a pederastas y violadores en México
Lydia Cacho empezó a reunir testimonios de niñas abusadas sexualmente por un grupo de hombres poderosos. De inmediato se inició una persecución en su contra que terminó con la periodista detenida, torturada y amenazada. Las cabezas de la organización pederasta que Cacho sacó a la luz eran hombres de la élite política y policiaca. Esto dejó en claro que en México operan grandes redes de trata de blancas y abuso sexual infantil, pero no hubo detenciones o arrestos suficientes para debilitar la práctica; mucho menos castigos ejemplares.
Consciente de estos abusos, el senador Alejandro Armenta propone castigar a los pederastas y violadores mexicanos con la polémica castración química. Esto, asegura el morenita, después de que México carga con la penosa cifra del país con más violaciones a menores de edad en el mundo durante el 2017. Este dato no solo incluye agresiones sexuales, también violencia física, psicológica y asesinato de niños mexicanos.
La intención del senador va más allá. También muestra como prueba de que es necesario legalizar este castigo después del aumento en los casos de feminicidios, violación y tortura a mujeres mexicanas. Recordemos que durante los últimos años, el Estado de México y Puebla han registrado cifras alarmantes de asesinatos a mujeres, lo mismo en la Ciudad de México. Hasta el día de hoy, 4.5 millones de personas han sido víctimas de estos delitos, principalmente mujeres y niños. El gobierno del expresidente Enrique Peña se dedicó a minimizar los datos.
El tema de la castración química ha generado reacciones fuertes en el panorama internacional. Para ciertas naciones, es el castigo ideal para evitar que los pederastas y violadores sigan en activo, pero también hay voces en contra, asegurando que se atacan los derechos humanos más básicos de una persona al terminar químicamente con su líbido sexual de por vida. Este castigo se ha implementado en algunos territorios de Estados Unidos, Rusia, Polonia, y está debatiéndose ahora mismo en naciones latinoamericanas como Perú y Colombia.
Otro gran objetivo de esta iniciativa es atacar a los responsables de abuso sexual infantil en las iglesias y organizaciones religiosas en México. En prácticamente cada nación católica han estallado críticas a los sacerdotes por el abuso a menores de edad y en México se recuerda el tema de Marcial Maciel y su red de violaciones a menores. Incluso se sabe de abusos en La Salle, una de las universidades internacionales más silentes sobre el tema.
Para terminar con la reincidencia de los violadores, la castración química es un proceso químico para interrumpir de forma definitiva la líbido de los agresores sexuales. Todo esto se logra a través de medicamentos especiales que detienen por completo la actividad sexual de las personas que son sometidas a ellos. En el terreno legal, es una de las últimas acciones posibles para detener el aumento en casos de pederastia y violación. Por lo tanto, la iniciativa posiblemente enfrentará el rechazo de ciertas organizaciones sociales. Incluso el presidente López Obrador se posicionó en contra de la medida propuesta por su partido, asegurando que «hay que atender las causas del delito antes que pensar en este tipo de medidas».
Alistando el debate, el senador morenista confirma que ya se está revisando cada frase utilizada en la iniciativa para verificar que no se afecten los derechos humanos de los posibles acreedores a este castigo en México. Recordemos que en este país hay 99 casos de violación al día, lo que representa un incremento del 10% anual, prácticamente. En al menos 17 estados del país se han incrementado los reportes de violencia sexual, sin que existan castigos más severos en contra de los agresores.
Desde el 2017, cada hora se registra en el país una violación. No existen los mismos datos concretos sobre el abuso sexual infantil, que muchas veces sucede en el hogar de los niños y que no es denunciado a tiempo. Para el senador que propone esta iniciativa “es la hora de ponerle un freno contundente a los delincuentes, a los pederastas y, desde luego, a los violadores de las mujeres y de los hombres, también”, asegurando que hablará con cada uno de los 128 senadores mexicanos. En caso de encontrar varias posturas en contra, su partido aplicaría su mayoría legislativa para decretar este castigo.
La iniciativa ya se había solicitado en la Ciudad de México. Recordemos que Nazario Norberto Sánchez, diputado local del congreso capitalino, ya había anunciado una propuesta similar para aplicar este castigo químico en la ciudad más poblada del mundo. En este caso, se solicitaban penas mayores contra los violadores en México, buscando aumentar las condenas con hasta 20 años en prisión.