Adiós a los incentivos fiscales para empresas en 2019: Romo
Parece ser que todas las decisiones políticas de la era AMLO estarán marcadas por el plan de austeridad. En reuniones con los altos empresarios mexicanos, se ha dado a conocer que los ahorros del gobierno federal se aplicarán a sus famosos incentivos fiscales. Alfonso Romo, el empresario más importante en el equipo de López Obrador, promete censurar estos incentivos durante todo 2019.
Estas decisiones son de corte presidencial y han estado vigentes en México durante décadas. La intención es seleccionar a un grupo de empresas nacionales para permitirles pagar menos impuestos o algunos otros beneficios fiscales, lo que supuestamente les generaría mayores ganancias y crecimientos. Romo aseguró que dentro del plan de ahorros del nuevo gobierno no hay cabida para este tipo de incentivos.
El futuro jefe de oficina del tabasqueño se ha mostrado duro y certero en sus encuentros con el consejo coordinador empresarial. Quienes en su momento amenazaran con no votar masivamente por Obrador, asegurando que las empresas nacionales sufrirían por sus políticas, ahora acatan los planes de Romo de inmediato y con total cooperación.
En palabras de Pablo Castañón, presidente de este consejo empresarial, lo ideal será revisar contratos previos para detectar alguna anomalía en empresas de su sector que estén involucradas. Públicamente no criticó esta medida de cancelación de incentivos durante el próximo año, pero sí se mostró interesado en saber si para 2020 podrían regresar de alguna forma.
Empresarios no tendrán estímulos fiscales con gobierno austero de AMLO: Alfonso Romo. https://t.co/bYhJJTSXtI pic.twitter.com/W7biGUAjXF
— El Financiero (@ElFinanciero_Mx) August 10, 2018
La intención de Romo es no recurrir constantemente a enormes deudas para intentar nivelar la economía nacional. Esta práctica común durante el sexenio de Peña ha generado niveles de inflación y adeudo históricos. Obrador recibirá la mayor deuda externa registrada en la historia de México. Por lo tanto, el ahorro se ha impuesto como la práctica ideal para sanar las cifras rojas del gobierno mexicano.
Pero no solamente la austeridad quiere aplicar a los incentivos. Luisa Alcalde, la próxima secretaria del trabajo, quiere irse en contra de los famosos perdones fiscales. Para la joven capitalina es necesario que las empresas que más deben impuestos al SAT los paguen y que no se les consienta con perdones inexplicables o exagerados.
Este tipo de acciones podrían generarle ingresos multimillonarios al gobierno de Obrador y al mismo tiempo enfurecer a una parte de la clase empresarial que siempre ha sido privilegiada con acuerdos con distintos gobiernos previos. Entre descuentos del ISR, devolución de impuestos a ciertas empresas y otros incentivos, parece ser que el 2019 será un año de cambios integrales en el sector empresarial.
El concepto que más se pretende desarrollar es la disciplina fiscal. Esto es una reacción total a la falta de planeación dentro del sistema tributario nacional, por lo que la austeridad será la constante permanente hasta el 2024. Como muestra de buenos términos, Romo y Castañón acordaron nuevas reuniones entre el gobierno obradorista y el sector empresarial en al menos doce mesas de trabajo.