Presidencia gasta 95% menos que en tiempos de Peña Nieto
Si bien la austeridad se ha implementado con problemas en otras áreas, el dinero que mueve la presidencial de López Obrador ha tenido ahorros bastante considerables. El gobierno de Enrique Peña Nieto acostumbró a ejercer más de los presupuestos permitidos cada año. Los dispendios del peñismo se incrementaron en distintas áreas, pero más específicamente en presidencial.
A tres meses de que empezó el gobierno de izquierda de López Obrador, se han ahorrado al menos 95% respecto al mandatario anterior. Estos gastos serían los que más austeridad representan en la actual administración y dejan ver la especial atención que el tabasqueño ha puesto a este tema nacional. En enero del 2019, el gobierno federal gastó solamente 20.6 millones de pesos. La cifra contrasta con los 441 millones de la era priista.
Estos recortes al presupuesto se empezaron a diseñar quitando servicios de lujo como camionetas privados, vales de gasolina, choferes, personal dedicado a la atención personal de los funcionarios, celulares, equipos de lujo, entre otros. El cinturón del obradorismo se está apretando cada vez más, por lo que se espera estas cifras se mantengan en un gobierno que ha prometido no derrochar recursos públicos.
El presidente mexicano ha asegurado que se están revisando con lupa cada envío de recursos a las distintas dependencias federal, todo con la intención de evitar desvíos o gastos innecesarios. Hasta el momento, el gobierno del tabasqueño ha pujado fuerte por enviar dinero a la secretaría del Bienestar, con 16,239 millones de pesos otorgados en tan solo un mes. La cifra representa 148% más que en la era Peña Nieto.
Dentro de la oficina principal de López Obrador se advirtió desde un inicio que no se trabajaría rodeado de lujos. Los hombres más cercanos al presidente han tenido modos de trabajo distintos a los de la presidencial anterior. Viajan en automóviles austeros, no cuentan con escoltas y se han adaptado rápidamente al tope salarial de 108 mil pesos que recibe el tabasqueño cada treinta días. Esto no se reflejó en algunos salarios de sus secretarios, que en papel aún ganan más que el presidente.
Todos estos números los presentó la secretaría de hacienda para dejar en claro las diferencias en los arranques de gobierno entre Enrique Peña y López Obrador. La intención es clara, mostrar a los mexicanos que la austeridad va en serio en la cúpula más cercana al presidente, pero también para mantener una actitud que el tabasqueño califica de “franciscana”. Recordemos que su salario se recortó más del 50%, respecto a su predecesor.
La mayoría de los gastos de presidencia son operativos y mucho de ha invertido en las conferencias, traslados y viajes del líder del ejecutivo a algunos estados del país. Parte del ahorro también se debe a que López Obrador lleva tres meses seguidos, como presidente, sin salir del país. Convencido de que su presencia es indispensable, el tabasqueño ha rechazado invitaciones al extranjero para concentrarse en el rescate a Pemex y sus programas de apoyos sociales.
Estas muestras de austeridad en el arranque del 2019 se han visto reflejadas en el poder legislativo y judicial. En el caso de las cámaras de senadores y diputados, sus gastos en el inicio del año fueron de 656 millones de pesos, es decir, 29% menos que el año pasado. En el tema judicial la diferencia es notable. A pesar de las quejas por ajustar sus salarios, el poder judicial mostró ahorros en un 88% respecto a años anteriores.