Obrador tendrá una junta definitiva con los empresarios más ricos de México
El gran lío de las últimas semanas de la elección presidencial ha venido por parte de los empresarios más influyentes y el candidato tabasqueño. López Obrador aseguró que muchos de ellos se encargaron de negarle la presidencia en el 2006 y que estarían operando de nuevo para truncarle el paso. La pelea comenzó después de los comentarios.
Una figura brilló por encima de todos. Germán Larrea, hasta el momento un empresario poco conocido en la luz pública, desató su malestar en una carta en donde llamó a sus trabajadores a no votar por la opción “populista”. El magnate minero mantuvo su postura a favor de cualquier otro candidato y a esta reacción se sumó Baillères, el tercer hombre más rico de México. Es decir, la triada con más fortuna en el país no quiere a Obrador en la silla presidencial.
Para sanar las cosas, Obrador tendrá aún una gran oportunidad para que los empresarios más importantes de México escuchen su modelo económico hasta el 2024. En principio, el tabasqueño les pide que no teman. Ha prometido que su gobierno no hará una cacería de brujas, pero sí dejó en claro que se revisarán todos los contratos y licitaciones para evitar más corrupción. Es ahí en donde puede haber nacido el conflicto.
Los magnates, como Germán Larrea, J. Ramón Elizondo, Hernández Pons, Vallina Laguera, J. Antonio Fernández Carvajal, Claudio X González, Bailleres, están muy preocupados por su dinero. Nada les importan más de la mitad de empobrecidos de México. Les aterra la idea de compartir.
— Alejandro Solalinde (@padresolalinde) May 31, 2018
Este miércoles, el candidato de Morena habrá de sentarme a la mesa con los hombres de traje y corbata que controlan muchas de las decisiones políticas del país. Para nadie es un secreto que en México la opinión de los empresarios más acaudalados son señales de alarma para el gobierno federal. Peña Nieto ha mantenido un clima de amistad y complacencias con empresarios como Larrea y Carlos Slim. Ahora, impulsan un favoritismo por Meade o Anaya para mantener esas relaciones económicas.
La reunión no será fácil. Obrador llega con la mentalidad de que muchos de ellos harán de todo para asegurar su derrota. Ya les llamó miembros de “la mafia del poder” y no piensa pedir disculpas. Por el otro lado, muchos de los hombres del Consejo Mexicano de Negocios no quieren verlo en absoluto. Se planea que una de sus fichas principales, Claudio X. González, abandone el país durante el encuentro. Larrea también habría de ausentarse.
En una carta en poder de El Financiero, el empresario Germán Larrea llama a sus empleados, colaboradores y accionistas a ‘votar con inteligencia’. https://t.co/etwkTG2sKB pic.twitter.com/sbsKTWsEqA
— El Financiero (@ElFinanciero_Mx) May 29, 2018
Esto podría hacer que la junta entre el tabasqueño y los hombres de traje no impacte demasiado en un posible acuerdo. Pero lo cierto es que muchos otros empresarios mexicanos sí desean llegar a algún punto en común con un primer posible gobierno de izquierda en México. Todas las encuestas muestran que Obrador no tiene rival cercano para ganar en las urnas en tres semanas.
Los resultados de esta junta definitiva habrán de marcas el rumbo final que tomarán las elecciones presidenciales. Parece que ya no queda nada más por decir. El resto de competidores por la presidencia necesitan convencer a millones de mexicanos en tres semanas lo que no pudieron lograr en tres meses. Tanto Anaya y Meade ya se invitan públicamente a fusionarse para vencer a la preferencia por la izquierda. Ninguno acepta.
A tres semanas de la votación 2018, Obrador parece que no logrará perder simpatías, al contrario. Lo cierto es que la avanzada empresarial en contra del tabasqueño no logró impactar como esperaban y esta última reunión podría asentar el tablero económico para lo que se viene si gana el hombre de 64 años.