Castigo a sindicalizados de CDMX que no se manifiesten contra AMLO
Los trabajadores de distintos sindicatos del gobierno de la Ciudad de México han sido amenazados con no obtener plazas o ser castigados si no acuden a las marchas y movilizaciones a favor de los candidatos de la coalición Frente por México, según revelaron nuevos testimonios.
Una investigación de la cadena Univisión señala que los empleados del sindicato de salud del gobierno capitalino no fueron los únicos obligados a participar en la marcha contra Andrés Manuel López Obrador el domingo pasado, durante el primer debate de los candidatos a la Presidencia de la República.
Este miércoles se dio a conocer que Héctor Carreón, líder sindical de este gremio amenazó a sus trabajadores para que acudieran a la marcha y portaran las pancartas con mensajes en contra del candidato de Morena.
También se publicó que, después de que la cadena de televisión hablara con los trabajadores y obtuviera detalles de cómo se gestionó la marcha, Carreón ofreció 50 mil pesos de recompensa a quienes delataran a los compañeros que dieron la información a la prensa.
Pero los trabajadores de salud no fueron los únicos coaccionados para participar. Los bomberos de la Ciudad de México están siendo presionados para que acudan a los mítines que organiza el PRD en favor de Alejandra Barrales, candidata del Frente a la Jefatura de Gobierno y a lo que repudian a López Obrador.
“Ordenan a los jefes que los convoquen y al que no vaya no lo dejan entrar a laborar en la estación hasta que acumule tres faltas y los despiden”, dijo en entrevista Miguel Ángel Mejía, un bombero disidente.
Los que no van son castigados con trabajo en la cocina, donde deben preparar la comida de sus compañeros y limpiar. O los mandan a hacer otras tareas que resultan pesadas o para las que no fueron contratados, todo para castigarlos, explicó otro bombero, que prefirió no dar su nombre.
El domingo 22 de abril, un grupo de bomberos acudió a las calles del Centro Histórico para participar en la manifestación contra AMLO. En ese momento dijeron que iban por voluntad propia, pero aceptaron que fueron presionados por sus líderes sindicales
“Los presionan a través de presionar a los jefes suspendiéndoles los beneficios del contrato colectivo. Los están obligando a colgar carteles de Barrales también en los carros”, aseguró Mejía.
Dos días después, un grupo de mil 800 bomberos volvieron a salir a las calles para manifestarse en contra del líder de la bancada de Morena en la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México, César Cravioto. Allí los participantes mostraron mensajes de Whatsapp en los que se les convoca a sumarse a la manifestación.
“Compañeros, mañana todos uniformados con camisa polo y pantalón de comando. Todos es todos, solamente se queda operación, todos es todos a las 12 en Central de Bomberos, en orden. Pendiente, mañana más datos”, decía el mensaje.
En los videos de la manifestación, los bomberos están vestidos de acuerdo con las instrucciones del audio y gritan consignas contra el líder de la bancada del partido Morena en el congreso capitalino, César Cravioto.
Al cuestionarlo sobre estas prácticas, Ismael Figueroa, líder sindical de los bomberos, negó que existía algún tipo de presión o corrupción en su gremio.
Otro sindicato que también participó el domingo en la manifestación contra López Obrador fue el de los trabajadores de limpia pública y Alfredo Aparicio, uno de los líderes del gremio confirmó que ellos y todos los sindicatos de la ciudad fueron convocados a participar en la protesta.
“Somos las cuarenta secciones del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno del Distrito Federal. Venimos en común acuerdo en apoyo de nuestra futura delegada Alejandra Barrales y de nuestro señor Presidente Ricardo Anaya. Obrador nos dio mal trato como trabajadores cuando él estuvo como jefe de gobierno aquí. Nos congeló las plazas, nos quitó muchos beneficios”, dijo Aparicio.
En la capital del país hay 10 mil trabajadores de limpia que laboran sin un sueldo fijo o prestaciones y solo viven de las propinas que les dan los ciudadanos, así como de la venta de material reciclaje que recogen de la basura. Pese a esas condiciones, son coaccionados por sus líderes sindicales para movilizarse.
La ley electoral prohíbe que los ciudadanos sean presionados para apoyar un partido político o dar su voto a un candidato específico, pero los entrevistados demostraron que eso no impide que sus líderes realicen estas prácticas en tiempos electorales.
«Si son obligados esto puede constituir coacción y si hay indicios de uso de recursos públicos daría paso a la apertura de una investigación», dijo Ciro Murayama, consejero del Instituto Nacional Electoral.
Con información de Univisión