Cártel del cemento: fijaron precios y eliminaron competencia en México, Brasil y Colombia
El cemento es otro de los bienes de consumo con los que los cárteles empresariales han operado a lo largo y ancho de toda América Latina: de acuerdo a la investigación realizada por Connectas y la red de reporteros IDL, titulada: América Latina: región de carteles en México, Brasil, Colombia y Bolivia, durante la última década, ha operado un cártel de dimensiones totémicas: uno que no se disputa la plaza a balazos, sino que fija precios a criterio, reparte cuotas, soborna, y monopoliza el mercado en perjuicio de los consumidores.
Una primera entrega da cuenta de las dimensiones del problema, que fue recientemente detectado por las autoridades colombianas, particularmente, su Superintendencia de Industria y Comercio (SIC); pero no fue hasta 2016 cuando se empezó a desarticular la red corrupta, y a aplicar multas económicas.
Las primeras compañías en ser sorprendidas en estas prácticas fueron Kimberly Clark, Grupo Familia y Tecnoquímicas: estas dos últimas, longevas compañías colombianas dedicadas a la fabricación de pañales y otros productos derivados de la celulosa. Según el informe, estas tres compañías, durante una década completa, traficaron con los precios de los pañales.
La investigación sobre #CartelesEmpresariales ocupó hoy las páginas de investigación de @elespectador. Lea el especial aquí: https://t.co/NMfPdCnTKf pic.twitter.com/s87AN3EKKb
— CONNECTAS (@ConnectasOrg) January 13, 2018
Incrementaron a consciencia hasta un 100% en el precio de sus productos; “las averiguaciones revelaron que los ejecutivos solían mantener reuniones clandestinas y comunicaciones por correo y por teléfono como parte del seguimiento de los acuerdos ilegales. Los incumplimientos desataban amenazas mutuas que funcionaban como un mecanismo de refuerzo interno que prolongó la vida del pacto”, detalla el informe.
Las secuelas para el pueblo colombiano fueron vastas: “al menos dos millones de hogares colombianos con bebés pagaron sobrecostos de entre 168 y 400 dólares mientras existió el cartel, de acuerdo con los cálculos de la SIC. La peor parte la sufrieron consumidores pobres”.
A lo largo de un amplio sector de la industria, que involucra al papel higiénico, los pañales, el cemento, azúcar, harina, gasolina, incluso cerveza, vehículos y otros servicios, de acuerdo a la investigación, fueron más de 600 compañías detectadas de participar en cárteles empresariales, entre el 2012 y el primer semestre de 2017; compañías de escala internacional, nacional, regional y local. Todas alineadas a una forma de operar muy clara: conspirar para debilitar a sus competidores, acordar precios, repartir mercados, asegurar licitaciones, sobornar, y bloquear la entrada a nuevos agentes económicos.
Compartimos entrevista al superintendente @Pfrobledo realizada por la periodista María Isabel Rueda en el diario @ELTIEMPO de hoy https://t.co/RCFM4Z2YKF
— Superintendencia SIC (@sicsuper) January 2, 2018
De acuerdo a los cálculos del informe, las multas ya impuestas a estos cárteles, para desarticularlos, ascienden a USD$2,600 millones; el 70% de las cuales se han mandatado en Brasil. En México, que representa la segunda potencia económica de América Latina, después del arriba mencionado, se han aplicado apenas USD$140 millones en multas; sin embargo, la mayoría de estas multas pueden ser apeladas judicialmente, producto de nuestro marco de regulación.
Particularmente respecto del cemento, el informe detalla que: “ha sido el proceso de mayor envergadura manejado por las autoridades brasileñas desde 2012. Luego de una investigación de ocho años, seis empresas, dos asociaciones gremiales y seis personas naturales fueron sancionadas en 2014 con multas que alcanzaron aproximadamente 1.400 millones de dólares, el mayor monto entre los documentados para este trabajo”.
La última batalla que se libró en este sentido, se dio a mediados de diciembre pasado, cuando la SIC multó a Cemex, Argos y Holcim, por incurrir en prácticas de esta naturaleza; la multa alcanzó los $200,000 millones de pesos colombianos (USD$66 millones). Estas tres compañías, por otro lado, representan el 96% del mercado cementero en Colombia.
Cayó el cartel del cemento!
Los denunciamos, les hicimos seguimiento y la @SICSuper nos dió la razón y multó a Holcim, Argos y Cemex por más de $200mil millones!
No vamos a permitir que los gigantes sigan abusando de los colombianos! #ContraLosGigantes pic.twitter.com/qQUmSDpl85
— DAVID BARGUIL ASSIS (@davidbarguil) December 13, 2017
La SIC detectó que entre el 2010 y el 2012, el cemento gris Portland tipo 1, de las tres compañías, tuvo un comportamiento en su precio muy similar durante esos años; y, una vez iniciadas las indagatorias, ninguna de las compañías ofreció una explicación económicamente razonable que justificara el paralelismo de sus precios, ni el incremento escalonado, que era de 3% aproximado por encima de la inflación.
La Superintendencia detalló en un informe que la sanción: “se suma a múltiples investigaciones y sanciones que en más de 30 países o jurisdicciones se han impuesto contra empresas cementeras por colusión o cartelización empresarial, tales como la Unión Europea, España, Colombia, India, Polonia, Alemania, Brasil, Argentina, Australia, Reino Unido, Bélgica, entre otros”.
La reacción de las compañías no se dejó esperar: para Argos la medida no estuvo precedida por las mínimas garantías en su proceso y negó categóricamente que hubiera, entre las tres, un intercambio discreto de información; Holcim, por su parte, dijo que interpondría todos los recursos judiciales a su disposición para revocar la multa.
Cemex fue la que sorprendió: dentro del plazo oportuno, y sin incurrir en más discusiones, pagó la multa que le correspondía, que fue de casi $74 millones de pesos (USD$25 millones). No obstante, inmediatamente después de realizado su pago, la cementera dijo que acudiría directamente a la jurisdicción contencioso administrativa, para interponer una acción de nulidad. Esto, debido a que, durante la investigación, Cemex había presentado una sólida argumentación jurídica y económica que desvirtuaba los cargos de la SIC, sin que el gobierno, ni la entidad demandante, los tomara en cuenta.
Cartel del cemento pic.twitter.com/OgbVew0So8
— Alberto Martínez (@bettoespectador) December 13, 2017
En México, por otro lado, el precio del cemento, desde el último trimestre del 2017, y sobre todo a partir del primer día del 2018, aumentó entre 10 y 13%. Esto fue anunciado por la Asociación Mexicana de Concreteros Independientes (AMCI); y confirmado por Cemex, quien elevó en 13% el costo de sus productos para las compañías de concreto.
Estos movimientos le valieron a Cemex cerrar el año con un desempeño bursátil al alza, con una apreciación de 2.13% y $15.33 pesos por unidad. Gracias a que fijaron un precio objetivo promedio de $20.25 pesos por unidad, tanto sus ingresos como su margen Ebitda y su flujo operativo de 2018 se verán sumamente favorecidos, de acuerdo a analistas de Citibanamex.
De acuerdo a los analistas: “el aumento de los precios superior al esperado (4%) demuestra la capacidad y destreza de Cemex para continuar aumentando los precios del cemento por encima de la inflación, ya sea debido a sus propios costos de insumos o a la depreciación cambiaria. Los precios en el 2018 enfrentan una resistencia potencialmente mayor debido a la aumentada capacidad de competidores mexicanos más pequeños y al pacto firmado por las asociaciones de la industria de la construcción para suavizar el ritmo futuro de los aumentos de precios”.