PAN olvida a sus militantes y elige a un independiente para Puebla
Falta poco tiempo para que los poblanos salgan nuevamente a elegir a su gobernador. No han conocido la estabilidad política desde hace más de un año. Moreno Valle dejó un estado sumido en el huachicol y la violencia, mientras que su sucesor solamente estuvo al frente del estado mientras se realizaban las nuevas elecciones. Erika Alonso ganó gracias a un orquestado fraude electoral y después de un trágico accidente, el panismo quiere a un nuevo gobernador que no sea militante.
Se acaba de elegir a Enrique Cárdenas como el hombre que buscará mantener al panismo en el poder poblano, después de la muerte de la primer gobernadora del estado. Pero no es un panista de antaño, tampoco un morenovallista consumado, Cárdenas es un historiador que dirigiera una universidad local y que ahora está cobijado por el PAN y el PRD para gobernar un estado determinante en la vida política del centro de México. De nuevo se repite la fórmula del Frente, que arropó a Erika Alonso hace unos meses.
Lo cierto es que la decisión de llamar a un independiente deja ver una nula organización dentro del PAN, en donde Marko Cortés batalló durante meses para encontrar un perfil que nunca lleǵo. Incluso se habló de la apertura a votaciones en donde participarían los militantes conservadores poblanos, pero esto tampoco sucedió. El partido azul prometió lanzar a un gran perfil para mantener el poder en Puebla, pero la única opción fue una persona que anteriormente compitió contra el panismo.
Cárdenas tiene como estrategia sumar a la mayor cantidad de partidos y fuerzas opositoras a Morena para lograr bajarlos de la popularidad que mantienen en las encuestas. Raramente, el partido guinda es el único que no ha presentado candidato oficial para la contienda poblano que se hará a mediados del año. El candidato panista aseguró que encabeza un “frente ciudadano” que ya mantiene la preferencia de varios políticos conservadores poblanos.
Los priistas tampoco han tardado demasiado. Han elegido a Alberto Jiménez como su candidato para Puebla, después de que las encuestas los siguen acomodando en tercer lugar de las preferencias. Lo cierto es que desde un inicio la pelea por el gobierno poblano se la dividieron Morena y el PAN, algo que terminó en peleas y graves acusaciones de fraude electoral. La presidenta del tribunal electoral renunció a las pocas semanas de validar la victoria de Erika Alonso, quien tomó protesta a medianoche, entre fuertes medidas de seguridad.
Uno de los reclamos principales era que el PAN debía escoger a una mujer para liderar Puebla, después de que Erika Alonso fuera nombrada la primer gobernadora del estado. Lo cierto es que la mayoría de perfiles que sonaron para el cargo eran hombres que participaron en el gobierno de Moreno Valle, por lo que la participación femenina quedó reducida. Enrique Cárdenas es conocido localmente por ser uno de los grandes críticos del gobierno morenovallista, lo que marcaría la muerte de este debilitado grupo panista.
Además, Cárdenas es un reconocido crítico a la administración de López Obrador, por lo que se esperan debates en donde las decisiones presidenciales impacten en el estado. Por parte de Morena, Miguel Barbosa y Alejandro Armenta continúan dividiendo las opiniones dentro del partido para ser los elegidos. El primero asegura que ganó la contienda y se la quitaron, mientras que el segundo ya se vende como el conciliador entre PRI y Morena.