A la guerra antihuachicol le faltan aviones militares
Hace ya semanas que el gobierno mexicano se lanzó de lleno a combatir el robo de gasolina. Las consecuencias del duro golpe a los huachicoleros van desde ahorros millonarios, desabasto en algunos estados y una estrategia militar de vigilancia a las venas de la petrolera que se intensifica día con día. Para rematar, uno de los líderes de las fuerzas armadas ya analiza comprar diez aviones militares para vigilar los ductos como se debe.
Y es que el ejército y la marina mexicanos están vigilando todo el territorio por donde pasan los ductos de la petrolera mexicana. La estrategia incluye mar, tierra y aire, justo en donde el general Luis Sandoval precisa que hace falta más equipo estratégico aéreo para la tarea titánica. La idea del general de la Sedena es seguir el consejo de más fuerza aérea mexicana, ya que buena parte de las aeronaves con las que cuenta presentan fallas o deterioros.
El pedido que se contempla tendría de nuevo como cliente a empresas de Estados Unidos. Recordemos que López Obrador realizó un polémico y apurado pedido de más de 500 pipas para transportar gasolina por tierra en el territorio mexicano, la compra se realizó de inmediato con cinco empresas yanquis. La oposición y parte de la sociedad criticaron la forma en la que se compraron estos vehículos e incluso la industria mexicana se quejó por preferir a otra nación antes que a la mano de obra mexicana.
La información que revela ahora el medio La Política Online señala que estos diez aviones para vigilancia sería comprados de la misma forma. El gobierno obradorista sabe que para debilitar el poderío huachicolero no se puede perder tiempo, por lo tanto toda compra tendría carácter de urgente. Pero no es sencillo comprar aeronaves militares para el gobierno mexicano, ya que en las últimas décadas prácticamente se depende de Estados Unidos casi como proveedor exclusivo.
La otra problemática es que el gobierno de López Obrador no piensa ser un gran aliado comercial en temas bélicos con la nación gobernada por Donald Trump. Las razones son bastante obvias, pero el generar estos acuerdos obligaría al tabasqueño a acercarse cada vez más a comunicaciones con el equipo más conservador y cercano al magnate republicano. Además, la tendencia del gobierno calderonista y peñista siempre fue comprar armas indiscriminadamente a los yanquis (algo que no quieres emular a dos meses en el poder).
La situación se complica cuando los reportes diarios indican que los huachicoleros están retando estas vigilancias constantes y aún así pican ductos para generar derrames. El cálculo reciente sobre la tragedia en Tlahuelilpan ha dejado claro que el combate antihuachicol puede dejar cientos de víctimas en cuestión de minutos. Vaya, el tema es el combustible, algo ya peligroso de por sí. Los militares mexicanos ya están incluso durmiendo encima de los ductos en las zonas más rojas del país para evitar el saqueo.
El 2019 prácticamente se ha dedicado a combatir el robo y la corrupción dentro de Pemex. Contrario a lo que se creía, el presidente morenista ha entregado un control casi total de las acciones al ejército mexicano. Además, ya prepara una guardia nacional que daría acceso total de la seguridad del país a las fuerzas armadas. Esto ya lo criticó la ONU como un acto digno de dictaduras. Así que la posible compra de diez aviones militares podría alterar la percepción de que se da demasiada apertura a intereses militares.
Por el momento, López Obrador defiende el combate al huachicoleo a ahorrado más de 4,000 millones de pesos en tan solo un mes. Mientras los opositores solicitan abrir los ductos a pesar del huachicoleo, el tabasqueño se ha mostrado firme. Todo esto podría indicar que de ser necesaria más capacidad militar para la vigilancia de ductos, se concedería la petición de los aviones. El tema aún está sobre la mesa y no hay firma contundente que apruebe la intención de Sandoval.
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