Que consumidores de porno paguen el muro, propone una senadora
La desesperación del partido de Donald Trump por construir un polémico muro de concreto en los límites con la frontera mexicana continúa. El magnate republicano ya empieza a incomodar a sus colegas en el partido conservador con la insistencia de una promesa de campaña que se ha convertido en un capricho electoral. Ahora, una de las trumpistas en el senado de Arizona asegura tener la solución para financiarlo.
Para Gail Griffin existe una solución doblemente conservadora para crear ese muro de concreto que tanto pide su presidente. La republicana ha propuesto que la pornografía que se exhibe en internet sea bloqueada y que sus consumidores paguen impuestos especiales para acceder a estos contenidos para adultos. Con esto, asegura, se puede censurar la pornografía ligada a tráfico de personas en el país del pay de manzana y al mismo tiempo se obtendrían recursos para levantar la muralla republicana.
Recordemos que el presidente de Estados Unidos ha cerrado su gobierno durante prácticamente dos meses hasta que le aprueben el presupuesto para levantar un muro de concreto. El partido demócrata, con mayoría considerable en el congreso yanqui, no piensa soltar ni un dólar para el proyecto cargado de xenofobia y aporofobia. Por lo tanto, el partido demócrata ha tomado estas medidas drásticas para conseguir los fondos.
La propuesta de Griffin no es tan disparatada si vemos la cantidad de personas que consumen pornografía en Estados Unidos. Son el país que más consume y produce filmes para adultos en el planeta, con cerca de 70% de sus ciudadanos consumiendo pornografía desde sus móviles a diario. Por lo que la propuesta de generar un impuesto para que puedan ver este tipo de filmes no es nueva. La novedad radica en usar esta recaudación para financiar el muro.
Que el porno pague el muro es una idea tan inesperada que solamente pudo haber surgido desde la desesperación republicana. Esta propuesta parece difícil de ser aceptada. Para lograr bloquear el porno, es necesario que desde el proceso de fabricación de las computadores y móviles sea fabricado “una especie de software de bloqueo”, comenta Griffin. Su intención, para disfrazar el total interés por el muro, es ayudar al John McCain Human Trafficking and Child Exploitation Prevention Fund.
El gobierno de Estados Unidos ha vivido un paro de labores hasta que los demócratas cedan en el tema del presupuesto. Donald Trump ha desesperado por cumplir su meta de campaña al punto de que propuso un cambio de materiales: un muro ya no de concreto, más bien una valla metálica. Este capricho federal ya afecta a más de 800,000 trabajadores de Estados Unidos y registra pérdidas por 1,200 millones de dólares semanales.
Pero bloquear la pornografía en el país que más porno produce y consume no es nada sencillo. Ya se ha intentado en el pasado poner algunas trabas al consumo gratuito de pornografía en el país del blues, pero una industria genera cerca de 5,000 millones de dólares cada año no puede ser censurada de golpe. Sobretodo porque las casas productoras cuidan bastante los términos legales a la hora de contratar, filmar, producir y distribuir sus productos audiovisuales.