Carlos Slim cree que los mexicanos deben seguir trabajando hasta los 75 años
Estamos en un país que ha tratado con el mínimo interés a los adultos mayores. Para los gobiernos panistas y priístas, las jubilaciones de los trabajadores mexicanos no han sido una prioridad inmediata; tampoco para el sector empresarial. Para muestra de esto, simplemente se necesita ver las condiciones de vida de millones de pensionados en México, con ingresos desde 600 pesos hasta poco más de 6,500 pesos al mes.
Para Carlos Slim, el hombre más rico de México, no hay lógica en la forma en la que opera actualmente el sistema laboral. Con 65 años como edad tope para dejar de trabajar y empezar a gozar de una pensión vitalicia, la medida le resulta muy pronta a uno de los hombres más ricos del mundo. Slim concuerda en que un mexicano puede trabajar sin ningún problema durante diez años más.
El mexicano dueño de la empresa de telecomunicaciones más exitosa en Latinoamérica asegura que a los 65 años aún se es bastante funcional para laborar. Slim considera que los 75 años son ideales para que un trabajador abandone más de cuarenta años de trabajo ininterrumpido y solamente así pueda acceder a una pensión. Lo que no comentó el magnate es que la cifra que ganan al mes es ridícula para vivir tranquilamente en un país con crisis económica y una moneda débil ante la banca mundial.
La forma de pensamiento del millonario de Telmex es que los adultos mayores tienen enormes capacidades de “conocimiento y experiencia”, por lo que su validez es suficiente para trabajar diez años más de lo que estipula la ley laboral en México. Con esto, Slim Helú pretende dejar en claro que su intención no es agotar la capacidad física de los adultos mayores mexicanos, sino que las empresas puedan aún extraer de ellos el capital intelectual adquirido con los años.
Otra de las propuestas que Slim mencionó en una cumbre de negocios de hace unos meses es que las jornadas laborales se incrementen. Pretende que de ocho horas diarias se trabajen once o doce, bajo la premisa de que solamente se trabajan tres días a la semana y se puedan descansar cuatro. Esto suena bien, pero el empresario de ascendencia libanesa dejó en claro que esto permitiría contratar a más empleados para que laboren once horas al día para empresas como la suya. Imaginemos ahora a un trabajador mexicano de 65 años trabajando doce horas seguidas, tres días a la semana.
“En esta nueva sociedad de servicios, una sociedad de conocimiento y experiencia, a los 65 años se está en la mejor edad para trabajar. (En estos días) prevalece el conocimiento y la gente va a vivir más, va a vivir en mejores condiciones”, comentó Slim ante industriales. Con esta propuesta, el magnate mexicano quiere quitarle peso a los gobiernos para no vivir una crisis de pensiones. Slim considera que hay demasiado “retiro temprano” y que este incremento en la edad para jubilarse es la salida ideal para tratar a los adultos mayores.
Lo que el magnate no tiene en cuenta es que México es uno de los países con más graves crisis de jubilación a nivel internacional. Nuestra nación apenas se mantiene dentro del margen de números amarillos, debido a que casi 5 millones de adultos mayores se mantienen con pensiones de 600 pesos al mes. Pero un 26% del total de mexicanos en la vejez no reciben ni un solo peso de pensión después de décadas trabajando para empresas nacionales.
En un país que celebra un Starbucks atendido totalmente por adultos mayores, queda claro que no hay empatía alguna por la condición en la que estas personas tiene que salir a diario a ganar sueldos precarios, cuando deberían descansar después de toda una vida trabajando. Para Carlos Slim, diez años más de trabajo son la opción para avanzar en el tema laboral y de pensiones. Para contrarrestar esta visión, López Obrador ha prometido duplicar las pensiones para que los mexicanos durante la vejez no pasen hambre ni tengan que salir a trabajar.