Carlos Urzúa el posible sucesor de Gonzalez Anaya en la Secretaría de Hacienda
En diciembre del 2017, Carlos Manuel Urzúa Macías fue convocado por el candidato a la presidencia de la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, para ser presentado ante los medios de comunicación y ante la opinión publica como el próximo titular de la Secretaría de Hacienda, en caso de ganar la elección del 1 de julio.
Por ello y como parte de su campaña electoral, AMLO presentó “Pejenomics: hacia una economía para todos”, documento donde se detalla parte del plan económico que el tabasqueño plantea en su proyecto de nación.
Por dicha razón, personajes como Carlos Manuel Urzúa y Graciela Márquez Colín han sido puestos en el centro del debate, debido a que, si López Obrador llega a ganar la presidencia de México, ellos serían los dos personajes importantes que llevarían las riendas económicas del país.
En la Secretaría de Hacienda, Carlos Manuel Urzúa pic.twitter.com/CN5iPFiQfr
— Ruido en la Red (@RuidoEnLaRed) December 14, 2017
Una larga carrera académica
Urzúa Macías nació el 09 de junio de 1955 y es originario del estado de Aguascalientes. Es licenciado en Matemáticas, egresado del Tecnológico de Monterrey, además de tener varios estudios de posgrado.
La primera maestría la obtuvo en Matemáticas por parte del Cinvestav del Instituto Politécnico Nacional (IPN), y tiene otra maestría y un doctorado en Economía de la Universidad de Wisconsin en Estados Unidos.
A pesar de que Carlos Urzúa, se ha mantenido alejado de los reflectores y ha tenido un perfil discreto, ha sido uno de los personajes “claves” en el equipo de López Obrador, ya que, no solamente se ha dedicado a dar a conocer el plan económico, sino también es parte de los enlaces que ha tenido el tabasqueño con importantes firmas.
Como, por ejemplo, la reunión que sostuvo esta misma semana el candidato de Morena, con el Larry Fink, presidente ejecutivo de la firma estadounidense BlackRock.
Reunión en la que Urzúa estuvo presente, y en la que declaró para la agencia Reuters que tanto AMLO como el Fink sostuvieron un encuentro “afable y extraordinario”.
“Entre otras cosas porque Larry Fink conoce extraordinariamente bien a México y es una persona con una visión no solamente empresarial sino social, hubo un ‘click’ inmediato entre ellos. Ambos salieron encantados de la reunión”
Foto: Reproducción
Cabe destacar que Carlos Urzúa es un personaje que ha estado ligado al candidato de Morena desde hace poco más de 15 años, además de que tienen experiencia trabajando juntos como funcionarios.
Ya que Urzúa, del año 2000 al 2003, sirvió como titular de la Secretaría de Finanzas cuando Andrés Manuel López Obrador era Jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Aunque después de su paso en la secretaría, se dedicó a estar más tiempo dentro del ámbito académico y de investigación.
Esto debido a que después tras su paso en el gobierno capitalino, del 2003 al 2013, fungió como director fundador de la Escuela de Graduados en Administración Pública del Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México.
Además de ser en distintas ocasiones profesor visitante en universidades tanto nacionales como extranjeras, destacando la de Georgetown y Princeton.
Entre los temas e investigaciones que Carlos Urzúa ha estudiado durante años están el gasto público, impuestos, competencia económica, pobreza en México, el federalismo fiscal e historia económica.
Además de que también ha trabajado como consultor en el Banco Mundial, en la Comisión Económica para América Latina, así como en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico.
El Plan Económico
Uno de los mayores cuestionamientos y críticas que se le han hecho a Andrés Manuel López Obrador es sobre sus propuestas en materia económica, debido a que el candidato ha planteado un crecimiento en el país, y que el poder adquisitivo de la población sea mayor.
Para esto Carlos Urzúa se ha encargado en distintas ponencias a dar a conocer el proyecto económico que Morena ha preparado en caso de ganar la elección.
Así lo hizo a mediados del pasado mes de abril, en el Colegio de México (Colmex), donde advirtió que para que la república pueda crecer a una tasa acelerada del 5% tomará tiempo, y “definitivamente” no será así el primer año de gobierno de López Obrador.
Urzúa Macías aseguró que para que la nación pueda tener un crecimiento acelerado y pueda generar más empleos y desarrollo, se requiere una inversión pública de al menos el 5% del Producto Interno Bruto (PIB), ya que para que el país crezca es necesario ponerse al día con las necesidades de la población.
“Nosotros queremos hacerles entender a todos estos fondos (de inversión) que todo va a estar bien, que somos muy prudentes, que podemos cambiar cosas, pero en el asunto básico de política pública, somos inclusive más, si no conservadores, cuidadosos que otros partidos”
Durante su ponencia en el Colmex, Carlos Urzúa detalló algunos de los programas que implementará en cuestión de políticas públicas, entre las que destacó:
Extender el Programa Alimentario para Adultos Mayores, becas de 1.5 de salarios mínimos para 2 millones de jóvenes que no estudian ni trabajan, una Guardia Nacional con elementos del Ejército, la Armada y la Policía bajo el mando de la policía.
Así como Cumplir los contratos obtenidos legalmente por empresas en las subastas de yacimientos petroleros, abrir dos nuevas refinerías de gasolina, mayor gasto en el sector educativo, crear fondos que promuevan la innovación y la tecnología, entre otros.
Respecto a las políticas administrativas, dijo que se respetará la Autonomía del Banco de México; habrá libre flotación del peso; no déficits primarios; ISR e IVA sin cambio (excepto en la frontera); apoyo al TLCAN y al TPP, disciplina presupuestal y huellas digitales.
Son algunos de los puntos medulares que Urzua detalló en la ponencia Programas de gobierno y rumbo a la presidencia del México 2018 como parte su propuesta económica básica.
Además de que como parte de sus planteamientos en cuestión de políticas administrativas expuso que las compras gubernamentales de las dependencias y organismos serán centralizadas, y habrá cero opacidades en las licitaciones; las estructuras burocráticas serán compactadas, y los salarios de los altos mandos serán reducidos.
