El gobierno dice que no enfrentará al cártel más poderoso de México
Atrás quedaron esos años de macrooperativos de seguridad que buscaban deshacer a los grupos del crimen organizado más fuertes de México. La guerra iniciada por Felipe Calderón tenía esa línea como principal: dar rápidamente con los narcotraficantes más poderosos del país, buscando desarticular sus organizaciones a punta de balazos. El PRI continuó con la tarea, aplaudiéndose entre ellos cuando se capturó definitivamente al Chapo Guzmán (después de que se les escapara).
Ahora el gobierno obradorista ha dejado claro que no perseguirá directamente a los líderes del narcotráfico en México. De visita en territorio tapatío, el presidente y el líder de la Sedena han asegurado que en este sexenio no se va a perseguir bélicamente al crimen organizado, mencionando particularmente al cártel más poderoso de México: Jalisco Nueva Generación. Para las fuerzas armadas, la tarea será garantizar la paz en el país, sin operativos colosales en contra de los narcotraficantes.
Esto pondría fin práctico a la guerra contra el narcotráfico. Obrador ya había prometido que esa guerra se terminaría durante su mandato, pero estas últimas declaraciones de Crescencio Sandoval confirman que ya es una orden directa a las fuerzas armadas. Por lo tanto, se terminan los operativos enfocados en la captura de los grandes nombres del crimen organizado mexicano. “Lo que interesa es darle la seguridad a la sociedad, garantizarle la seguridad pública”, dijo el líder de la Sedena.
El gobierno del tabasqueño ha prometido que cuidará la seguridad de los mexicanos antes que todo. Para lograrlo, el presidente mexicano ha logrado la aprobación de una polémica guardia nacional que estará integrada por policías federales, jóvenes reclutas, soldados y marinos nacionales. Esta fuerza será la encargada de garantizar paz en el territorio nacional, sin tener órdenes directas de cazar narcotraficantes.
“No nos enfocamos a actuar de una manera con el cártel de Jalisco”, aseguraron, dejando en claro que la caza de grupos criminales no será la tendencia en este gobierno. Sobretodo se ha recalcado que la lucha contra las drogas será más legal o económica que bélica. Un ejemplo de ello son las cifras de decomisos de cocaína, heroína, cristal y otras drogas por parte del gobierno de López Obrador: menos del 40% menos que en la era Calderón o Peña Nieto.
Por lo tanto, el cártel más poderoso del país ya está informado de que no serán perseguidos (al menos desde el lado de los enfrentamientos directos). Para lograr debilitar a los cárteles, el gobierno mexicano ya trabaja desde la unidad de inteligencia financiera para congelar las cuentas de los involucrados. Desde el otro bando, el partido guinda ya busca avanzar la legalización de la marihuana y amapola en el país. Estas acciones golpearían a los grupos criminales desde otro ángulo que no se había intentado antes.