AMLO ignora consejos y coloca a militar al frente de la Guardia Nacional
Se trata de una decisión que rompe directamente con lo solicitado con la mayoría de legisladores mexicanos. Los acuerdos de la guardia nacional que se aprobó recientemente en todo el país dejan ver que la nueva fuerza armada podrá avanzar siempre y cuando tenga un mando civil (esto con la esperanza de evitar ataques a los derechos humanos).
El consejo lo realizaron varios partidos de oposición pero también la ONU y organizaciones internacionales de defensa a los derechos humanos. Ahora el presidente mexicano ha ignorado los consejos y las alertas señalando que ya se decidió quién dirigirá a esta fuerza armada que incluirá marinos, soldados y policías federales. López Obrador no mencionó el nombre, pero sí confirmó que es un militar mexicano en activo.
La guardia nacional está ahora mismo apuntando todos sus esfuerzos a reclutar jóvenes mexicanos. La tirada es tener más de 21,000 elementos para finales de este año. Por la rapidéz para integrar esta guardia, se usarán a 35,000 policías militares. Además, habrán 17,000 policías federales integrados y alrededor de 8,000 navales listos. Las alertas señalan que un mando militar podría no considerar las graves afectaciones que las fuerzas armadas han hecho a los derechos humanos de los detenidos.
López Obrador insiste en que un mando militar no sería un avance en temas de seguridad. Compara esto con las pasadas administraciones, la de Calderón y Peña, en donde la policía federal fue totalmente incapaz de imponer la paz por graves escándalos de corrupción. El tabasqueño afirma que solamente un militar tiene la capacidad moral para liderar una fuerza así de grande sin caer en sobornos. Por lo tanto promete que el mando militar será respetuoso de los derechos humanos.
Lo cierto es que esta nueva fuerza armada no tendrá como principal objetivo la lucha contra el narcotráfico. Obrador asegura que una vez creada, la guardia nacional suplirá a las policías locales en zonas rojas del país, además de cancelar completamente la actuación de las autodefensas. Para el nuevo gobierno, no hay necesidad de civiles armados una vez que los guardias salgan armados a las calles mexicanas.
El mando civil era una de las grandes aportaciones de la oposición y los organismos internacionales para frenar todo el poder que han acumulado las fuerzas armadas desde que arrancó el gobierno de Morena. Ni siquiera Peña Nieto se atrevió a darle tanta fuerza a los uniformados para vigilar las calles del país, por lo que el mando militar recae justo en las alertas que emitió la ONU hace meses.