Defensor rarámuri vio morir a su familia por su activismo y ayer fue asesinado
El Mecanismo Nacional de Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación ha sido punto de discusión en las últimas semanas. Desde el conflicto por la entrega de recursos al Mecanismo hasta el escándalo relacionado a la única empresa de seguridad que le brinda sus servicios. Sin embargo, lo que realmente se discute en mayor proporción es su inefectividad. Hoy, esa inefectividad le costó la vida a una persona en Chihuahua.
Perseguido y asesinado a tiros
En el 2017, 12 periodistas y 31 defensores de derechos humanos fueron asesinados de forma violenta. México es el segundo país más violento para ejercer el periodismo en el mundo. El caso más reciente es el de Gabriel Soriano, quien fuera asesinado en Acapulco, Guerrero el pasado 24 de octubre. Hoy, un defensor de los derechos humanos más fue asesinado.
Julián Carrillo Martínez, un defensor rarámuri de la comunidad de Coloradas de la Virgen en el municipio de Guadalupe y Calvo en Chihuahua fue asesinado a tiros la noche del 25 de octubre. Carrillo Martínez estaba dentro del programa del Mecanismo Nacional, sin embargo, eso no lo salvó de la muerte.
Todo empezó la noche de ayer cuando integrantes de la organización Alianza Sierra Madre fueron contactados por Carrillo Martínez para hacerles saber que estaba siendo perseguido por sicarios y que había huido a un cerro. Posteriormente, su hijo se volvió a comunicar con la organización para decirles que había escuchado una balacera y creía que habían matado a su papá. Una hora después fue hallado el cuerpo de Julián. Su hijo se comunicó a través de un teléfono satelital que tiene como parte de las medidas de protección.
Julián presenció el asesinato de su hijo Víctor Carrillo Carrillo al interior de una vivienda, el defensor de los derechos humanos libró la muerte por encontrarse fuera de la misma al momento de los hechos. A esto se suma que por lo menos tres familiares de Julián ya habían sido asesinados previamente: su sobrino Guadalupe Carrillo Polanco en julio de 2016; Alberto Quiñones Carrillo, otro de sus sobrinos en septiembre de 2017; y su yerno, Francisco Chaparro Carrillo el 1 de julio de 2018.
Un mecanismo de protección insuficiente
Cabe mencionar que uno de las principales límites que tiene el Mecanismo de Protección es que únicamente aporta protección física a los periodistas y defensores. No hay investigación real sobre las amenazas y peligros y dispositivos como el botón de pánico no tienen la respuesta adecuada por parte de las autoridades.
De igual manera el mecanismo estuvo a punto de quedarse sin recursos este año y fue gracias a la gestión de Periodistas Desplazados que la Secretaría de Hacienda logró liberar recursos para su funcionamiento. A pesar de esto, persisten las irregularidades en su funcionamiento y la inefectividad como mecanismo de protección. Mientras estas condiciones no cambien, es muy probable que sigamos viendo periodistas y defensores asesinados muy a pesar de contar con la protección estatal, lamentablemente.