Cierra Pepsico planta en Guerrero por inseguridad; van tres empresas este año
La empresa Pepsico cerró su planta en Ciudad Altamirano, Guerrero, al no contar con las garantías de seguridad que les permitieran continuar operando, con lo que convirtió en la tercera empresa que cierra sus puertas por el crimen organizado que azota al país.
Los trabajadores denunciaron que la violencia en Tierra Caliente afectó la operación de la planta, que daba empleo a más de un centenar de personas de la región, ya que los delincuentes comenzaron a cobrar derecho de piso y cuotas a los trabajadores, a quienes también agredieron en diversas ocasiones, todo para tener el control de la distribución del refresco.
Y es que, dijeron los empleados, el crimen organizado pretende quedarse con la distribución de los productos para venderlos más caros y así obtener una ganancia con los refrescos.
El cierre de esta planta afectará la venta de los refrescos de esta marca a los municipios de Pungarabato, Coyuca de Catalán, Cutzamala, Ajuchitlán, Tlapehuala y Tlalchapa, así como a los poblados aledaños.
Un funcionario de la planta informó que ya se recogieron todos los refrigeradores de la empresa que habían repartido a las tiendas y que en las bodegas ya no había producto ni la papelería que se ocupaba para la venta.
Sin embargo, la empresa no hará un comunicado oficial sobre la situación que se vive en esta región.
Pepsico es la tercera empresa que cierra una planta por problemas de inseguridad. En marzo pasado, Femsa anunció su salida de Ciudad Altamirano por la misma razón, dejando sin empleo a 160 personas que allí laboraban.
“La medida se toma tras dos meses de hostigamiento de grupos delincuenciales hacia nuestros colaboradores y ante la ausencia de un estado de derecho y prevalencia de la impunidad”, informó la trasnacional en un comunicado.
Dos meses después, Lala también cerró temporalmente su planta en Ciudad Mante, Tamaulipas, ante la inseguridad y la ola de violencia que se vive en la entidad y de la que ya habían sido víctimas la compañía y sus trabajadores.
“Las condiciones de seguridad en la ciudad no eran las adecuadas para seguir operando. La compañía está colaborando con las autoridades para reiniciar actividades en cuanto sea posible”, dijo la empresa también en un comunicado.
Las autoridades han manifestado su preocupación por la ola de violencia que azota a los municipios y que está afectando la economía local, pues el cierre de estas empresas deja sin empleo a la población.
No obstante, los operativos y las medidas para combatir el crimen organizado han sido insuficientes para evitar que los delincuentes sigan exigiendo dinero y quieran controlar el comercio local para beneficio propio.
Con información de El Sol de México y Forbes