La Cuarta Transformación necesita más recortes de personal
El gobierno obradorista no está agrandando demasiado a miles de trabajadores en México. Si no cuentan con un trabajo de base sindical, todos los empleados del gobierno en el país corren el riesgo de ser despedidos o de que no les renueven su actividad laboral. Esto ya empezó en varias secretarías e instituciones nacionales y para que funcione el plan de austeridad de López Obrador serán necesarios más recortes.
Se trata de un problema nacional que está pegando justo en trabajadores que acumularon tiempo de trabajo en instancias federales, pero que no están adheridos aún a sindicatos. López Obrador prometió que no se despediría a ningún empleado con base, pero el resto está viviendo semanas de angustia al no saber si serán desechados por la cuarta transformación. Para el gabinete obradorista, este tema es prácticamente una bomba de tiempo.
Por lo tanto se vienen nuevos ajustes ordenados desde la presidencia para generar mayor ahorro para aplicar la cuarta transformación. Esto ya tiene contra las cuerdas a varios secretarios del gobierno de Morena, quienes están reduciendo al máximo la cantidad de trabajadores que no están sindicalizados, lo que lógicamente ha pegado en su estabilidad económica y la de sus familias. La crítica interna es que muchos trabajadores de base son bastante ineficientes para acelerar las labores de cada secretaría.
Pero el presidente mexicano ha dejado claro que no se tocará a ningún basificado, todo con la intención de no generar conflictos con los diversos sindicatos mexicanos (famosos por trabajar en conjunto en la defensa de sus trabajadores: con marchas y bloqueos). Uno de los principales críticos de esta austeridad es Alfonso Romo, quien ya alerta sobre el avance de la “pobreza franciscana”, un término del presidente para dejar en claro que se aplicará austeridad con fuerza.
Los recortes de personal empezaron en la secretaría de Gobernación, en Hacienda, Economía, la polémica secretaría del Bienestar, la comisión reguladora de energía, la Marina y en Transportes. Para enero había casi 10,000 personas desempleadas por las políticas de austeridad obradorista, una cifra que se incrementa poco a poco (siempre con la intención de no elevar los impuestos en México: una promesa de campaña de Obrador).
Con el recorte de salarios, los estímulos a la gasolina y el recorte de recursos a varias dependencias, parecería que se detendrían los recortes de personal. El gabinete obradorista ya recibió la orden de reducir al mínimo el número de trabajadores, todo con la intención de reducir los gastos del gobierno justo cuando el plan de austeridad está en activo, se lleva a cabo una guerra contra el huachicoleo y se crea la guardia nacional (en donde buena parte de los recursos han ido a las fuerzas armadas).
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