El apoyo de AMLO a Maduro compromete la política exterior de México
Bajo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, México se negó a sumarse a las 13 naciones del Grupo Lima que condenaron que Nicolás Maduro volviera a ser presidente de Venezuela. Los países miembros de este grupo consideraron que las elecciones del 20 de mayo del año pasado fueron ilegítimas y ninguno de los representantes de estas naciones acudieron a la toma de protesta.
El presidente de México estableció que se tomará una política de no intervención. Aseguró que no se intervendrá en asuntos internos de otros países para que nadie se involucre en los de México. Maximiliano Reyes Zúñiga, subsecretario para América Latina de la cancillería mexicana, dijo que: «México continuará promoviendo la cooperación internacional, el respeto a la autodeterminación de los pueblos y la solución pacífica de controversias y respeto».
Mientras tanto, Maduro ha aprovechado la ambigüedad de México para sacar provecho. El presidente de Venezuela acudió a la toma de protesta de López Obrador, aunque nuestro presidente no asistió a la suya, Maduro gritó: «¡Viva México!» para demostrar que posee un fuerte aliado en Latinoamérica.
Aunque pareciera que el gobierno de Nicolás Maduro no afecta a los asuntos del país, se debe considerar que su régimen ha causado un éxodo de dos millones de venezolanos que han migrado a países como Colombia y por supuesto, México. Según información de El País, el gobierno de López Obrador busca ser un agente activo en la salida de la crisis venezolana, por lo que es esencial que no rompan con el madurismo.
Buscarán una negociación para la crisis
Fuentes cercanas al gobierno han dicho que no sumarse al Grupo Lima no significa que a México no le importe la violación de los derechos humanos, sino es un intento por mantenerse alejados de gobiernos como los de Jair Bolsonaro, en Brasil, e Iván Duque, de Colombia, que tienen posturas extremas respecto a Maduro.
Después de negarse a sumarse al documento del Grupo Lima, el gobierno mexicano señaló que buscará una salida negociada para la crisis que sufre Venezuela. Hasta el momento no parece que Maduro quiera negociar su salida, ya que ha rechazado intentos con otros países y parece que lo único que busca es «ganar tiempo» para seguir en el poder, informó El País.
La postura de López Obrador respecto a Maduro se parece a la que ha mantenido con Donald Trump. A pesar de que el presidente de Estados Unidos insiste en que construirá un muro en la frontera y mantiene continuos ataques a México, el presidente no ha respondido ya que asegura que quiere mantener una buena relación con el norte.
Con información de El País.