Estos son los riesgos de la nueva reforma educativa de AMLO
El pasado miércoles 12 de diciembre, Andrés Manuel López Obrador presentó el proyecto de modificación de los artículos 3, 31 y 73 de la Constitución con los que buscará derogar la reforma educativa del sexenio pasado. La contrarreforma cumple el compromiso que hizo con el magisterio durante la campaña y va en línea con las exigencias de la CNTE que desde hace cinco años exigió sea derogada. Sin embargo, AMLO no se libra de críticas por parte de legisladores, académicos y expertos en materia educativa.
Apuntan a falta de claridad y objetivos claros en contrarreforma.
La especialista en investigación en la educación entrevistado por Proceso, Alma Maldonado, pedagoga por la UNAM y con posgrado en Oxford y Boston, dice estar preocupada por el proyecto de reforma planteado por el ejecutivo. Maldonado encuentra entre los problemas que no existe un plan concreto de cómo se construirán las 100 nuevas universidades ni de cómo se evitará que el sindicato controle discrecionalmente la educación pública en México.
Hay poca claridad en la propuesta, responde a una promesa de campaña de Andrés Manuel López Obrador y le está respondiendo a una base de votantes. Responde también a una situación que se dio en el sexenio anterior, de muchos conflictos; (la reforma anterior) no fue bien llevada porque hubo mucha soberbia de quienes la diseñaron e implementaron. Pero (la actual) deja muchas lagunas sobre temas fundamentales y uno de ellos es el ingreso al servicio de carrera del magisterio.
Maldonado dice que no haber claridad en si continuará o no el examen de ingreso a la carrera magisterial. Dice esperar que este continúe sino de lo contrario se regresará a aquella época en que la educación era controlada a través de la entrega de plazas a través del sindicato, es decir, a través de la venta corrupta e ilegal de plazas magisteriales.
Algunos ven a la propuesta de reforma como una respuesta a su base de votantes pues se cumplen las exigencias de los maestros de organizaciones como la CNTE. Entre las principales medidas se encuentran la desaparición del INEE, la liberación de maestros considerados como «presos políticos» y la reinstalación de maestros que no se presentaron a la evaluación. López Obrador asegura que es una medida de justicia y de respeto al magisterio, sin embargo nadie está muy seguro que así sea.
Jamás se le va a faltar el respeto al magisterio como sucedió recientemente. Se dedicaron a ofender a los maestros, eso se terminó. Hay muchas buenas relaciones con los maestros, con las organizaciones sindicales del magisterio.
Durante la presentación de los resultados de la Consulta Nacional por una Educación de Calidad con Equidad, el titular de la Secretaria de Educación, Esteban Moctezuma Barragán mencionó que el gobierno de Peña Nieto «maltrató» al magisterio. Asimismo dijo que la reforma educativa y su implementación contribuyeron a denigrar la profesión docente.
Ven riesgo en la desaparición del INEE.
La iniciativa presentada por López Obrador contiene reformas a los artículos 3, 31 y 73 de la Constitución Política. Contempla entre otras cosas la derogación de la Ley del INEE y la Ley General del Servicio Profesional Docente. Estas leyes fueron publicadas el pasado 11 de septiembre de 2013 por el entonces gobierno de Peña Nieto.
La desaparición del INEE, contempla la desaparición del órgano autónomo encargado de la evaluación del sistema educativo y será sustituido por el Centro para la Revalorización del Magisterio. Este «centro» estará conformado por un consejo directivo designado por la SEP y se conformará de un consejo consultivo conformado por docentes, padres de familia, representantes de la sociedad civil, investigadores y expertos.
En la exposición de motivos de la propuesta se manifiesta que se busca acabar con los exámenes punitivos, especialmente porque estos están ligados a la permanencia de los docentes en sus plazas. De igual manera menciona que es parte medular de la «cuarta transformación». En lo que respecta a la reforma de Peña Nieto, se exponen de la siguiente manera:
Pretenden poner todo el énfasis de la supuesta mejora de la enseñanza en la sujeción a procedimientos mecánicos de evaluación, alejados de las vivencias compartidas por profesores y alumnos, y de las necesidades específicas de diferentes culturas, y que no pueden ser medidos a través de programas computacionales que sólo registran uno de los muchos aspectos que deben ser tomados en consideración para elevar la calidad de la educación y la preparación de quienes la imparten.
La iniciativa propuesta por el ejecutivo buscará retomar el Servicio de Carrera Magisterial, creado en su momento por la exlíder del SNTE, Elba Esther Gordillo y que la Auditoría Superior de la Federación lo calificó como un mecanismo ineficiente para elevar la calidad educativa. Todo el aparato de la Coordinación Nacional para el Servicio Profesional Docente será quien asumirá las funciones del Servicio de Carrera Magisterial como órgano descentralizado.
Maldonado por su parte expresa su rechazo a la desaparición del INEE y critica el hecho de que el Centro de la Revalorización del Magisterio carece de autonomía a comparación del INEE que sí la tenía. El Secretario de Educación, Esteban Moctezuma, defiende la creación de este órgano de la siguiente manera:
Ese centro se va a dedicar a ello, además de ser integrado por un consejo ciudadano que va a ser permanente, transexenal, y va a ser una memoria de cómo se toman las decisiones, de manera que siempre se tenga un grupo de mexicanos donde estén representados todos los actores de la educación que puedan darle una guía a la educación pública.
Por otro lado Maldonado apuntó a que le preocupa la falta de autonomía en el sustituto del INEE y se dice alarmada por la desaparición del órgano autónomo. Lo que más le enerva es el hecho de que se perderá el único órgano encargado de evaluar al sistema educativo sin la intromisión del gobierno.
Me preocupa muchísimo el tema de la autonomía de este centro, ya que el INEE se encargaba de realizar las evaluaciones del sistema educativo independientemente del gobierno en turno. Los órganos autónomos nacen como una respuesta a muchos problemas que tenemos en México, que pasan desde la historia del partido único hasta la consolidación de la vida democrática. Perder la figura de un organismo autónomo como el INEE, independiente del Poder Ejecutivo y que nos ofrezca información, datos, evaluación y directrices de política me parece alarmante.
Apenas hace un mes, más de 300 universidades y centros de investigación del país enviaron una carta dirigida a Esteban Moctezuma y López Obrador rogando reconsiderar la idea de la desaparición del INEE. Los firmantes consideran a su desaparición como un retroceso para la obtención de información relevante para el debate público.
El INEE nos ayuda a conocer el estado de la educación y los avances en relación con el cumplimiento del artículo 3° constitucional, así como de los acuerdos internacionales que México ha suscrito en relación con el derecho a la educación.
Tras la presentación del proyecto de reforma propuesta por el Presidente de la República, los firmantes de la carta, mostraron su preocupación y advirtieron a través de un comunicado que el Sistema Educativo Nacional requiere de un órgano con autonomía encargado de la evaluación educativo. Es decir, un órgano que realice las mismas funciones que ha venido desempeñando el INEE desde su creación en el 2002.
No podemos volver a dejar la evaluación de los diversos componentes del sistema educativo a la misma autoridad encargada de prestar el servicio educativo, porque conocemos de sus limitaciones e imprecisiones. Hacerlo es equivalente a que de nueva cuenta fuera la Secretaría de Gobernación que organizara las elecciones y contara los votos. Nuestro país ha avanzado mucho en evitar que la autoridad sea juez y parte en materia educativa.
Recitifica gobierno con el tema de la autonomía universitaria.
Durante la presentación del proyecto de reforma enviado a la Cámara de Diputados, se planteó una modificación que de ser aprobada contemplaría la desaparición de la figura de la autonomía de las universidades públicas del país. No tardaron en provocar respuestas por parte de los diputados del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano que acusaron a Morena de atentar contra el «un derecho ganado en años de lucha social».
Esteban Moctezuma aseguró en un principio que se trataba de una falsa polémica, sin embargo, al verificar que efectivamente no lo era, procedió a mencionar que se trató de un «error mecanográfico» y de una falla en el programa en la computadora. Por otro lado AMLO dijo también que se trató de un error y negó haya habido intención de acabar con la autonomía universitaria.
No, no. No hay ninguna intención en ese sentido, y para que no se use de pretexto o excusa, si es necesario estamos dispuestos a que se agregue lo de la autonomía.
A pesar del golpe de timón efectuado por la Presidencia, Maldonado sigue insistiendo en que aún hay muchas lagunas en la reforma. El ingreso al servicio de carrera y la obligatoriedad de la educación superior son uno de los grandes pendientes. Teme que las plazas vuelvan a ser asignadas a través de su venta ilegal ni ve claridad en la sustitución de «calidad» en la educación por «excelencia.»
Ven imposible garantizar la educación superior a toda la población.
En el caso específico de la obligatoriedad de la educación superior, apunta que únicamente dos países desarrollados han podido darse ese lujo pues es sumamente costoso y difícil de realizar. Apunta a las carencias del sistema mexicano y de lo prácticamente imposible que es hacerla universal. Teme que las nuevas universidades planteadas por el gobierno, no sean lo que se necesite y por el contrario, se vuelvan un lastre para el sistema.
Tenemos una tasa bruta de no más de 35% de cobertura de la demanda. Si el sistema no tiene esta capacidad para absorber a la mayoría de los estudiantes que quieran inscribirse en alguna institución, eso va a generar muchos conflictos. Me pregunto cuál es la prisa de hacer obligatoria la educación superior en este momento, por qué no esperar un poco para que el sistema madure más, que se termine de asentar la educación media superior y, con un plan más armado, hacer un plan piloto.
Recordó que en el pasado hubo malas experiencias con el intento de universalizar la educación prescolar y posteriormente la secundaria y media superior. En ambos casos no se contaba con los elementos, maestros y presupuesto y el país terminó atorado y sin poder cumplir sus metas.