EU exporta 213 mil armas a México cada año, pero no quiere que legalicemos las drogas
Desde que llegó al poder, Donald Trump dejó en claro una cosa: su gobierno no iba a aceptar legalizaciones de drogas. Tampoco aprobarían que sus aliados político-económicos lo hagan, por lo que la propuesta de Olga Sánchez Cordero de legalizar la marihuana y amapola en México rápidamente molestará al magnate estadounidense sentado en la Casa Blanca. Si Estados Unidos es un país conocido por aplicar castigos severos a la venta y consumo de drogas, ¿conviene legalizar en este momento?
Lo interesante es pensar antes qué ha hecho realmente el país de Trump para sanar las epidemias de adictos y el traslado masivo de droga. Sus políticas de seguridad y sanidad no han podido detener el consumo de sustancias ilegales, lo que tuerce su idea de que son el país más seguro del mundo. Otra cosa, Estados Unidos se vende como un país que hace todo por garantizar la paz de sus ciudadanos. Decide por un lado atacar completamente el ingreso de droga a su país y por otro lado le envía armas a las principales capitales del mundo.
El debate entre justicia, salud y comercio de drogas nunca ha sido encabezado por el Estado mexicano; sólo se ha criminalizado y combatido con el endurecimiento de sanciones, trayendo luto a miles de familias. Les comparto mi columna en @Milenio. https://t.co/NkG9dsZ38G
— Olga Sánchez Cordero (@M_OlgaSCordero) June 6, 2018
Muchas de las balas que se han esparcido en México a causa de la guerra contra el narcotráfico son estadounidenses. El combate contra las drogas que Estados Unidos quiere detener, también está siendo financiado por ellos mismos a través de su multimillonaria industria bélica. Cuando se le preguntó a la secretaria de prensa de Donald Trump, la dura y certera Sarah Huckabee, sobre la opinión de su país ante la posible legalización de algunas drogas en México, contestó:
«No apoyaremos la legalización de todas las drogas en ningún lugar, y ciertamente no querríamos hacer nada que pudiera permitir que más drogas entraran en nuestro país». Con esto, Estados Unidos deja claro que habrá conflicto en caso de que López Obrador permita estas legislaciones durante su sexenio. Aunque la batalla no tiene mucho sentido. Estados Unidos, desde el ámbito estatal, es uno de los países con una desarrollada industria cannábica. Además, sus alianzas con Israel y Canadá no se han truncado a pesar de que estos países son procannábicos.
El conflicto llega a ver la hipocresía con la que Estados Unidos pretende atender un problema, alimentando otro por la puerta trasera. El país de Kennedy, Obama y la familia Bush ha sido el gran suministrador de armas a todo el mundo desde hace décadas. Para ilustrar la cantidad de balas, casquillos y culatas que este país le ha dado al mundo, el científico de datos Will Geary elaboró un video con toda la data histórica de envíos de armas desde Estados Unidos hacia todo el mundo.
Resulta impactante ver por décadas cómo el país de Donald Trump le ha dado armas a prácticamente todas las naciones con conflictos armados en la historia bélica del siglo XX. Muchas han ido a Europa, África y América Latina. En especial a México, desde que arrancaron los años sesenta y durante las masacres de Tlatelolco, el halconazo y toda la guerra sucia de los setentas. “Desafortunadamente muchos americanos no son conscientes de esta realidad y espero que vean este mapa”, comenta Geary.
La tendencia es clara. Estados Unidos pretende venderse como el país número uno en prevención de violencia y adicciones, cuando al mismo tiempo se dedica a surtir de armamento a todo gobierno posible, sea amigo o rival. Existe el miedo internacional a iniciar un conflicto armado con Estados Unidos y aquí puede verse el porqué, se trata del país más blindado del mundo y muchas de las armas para combatirlos son creadas por ellos mismos.
“No están dispuestos a hacer nada para detener los millones de armas que salen de sus fronteras y sirven para matar latinoamericanos”, comenta una usuaria en redes sociales, relacionando este nivel de poderío militar con su negativa total a aceptar legalizaciones de marihuana y amapola en varios países del mundo. Para Trump, esto solamente significa más adictos y más violencia entre carteles. El gobierno mexicano tendrá grandes críticos desde Estados Unidos si es que avanzan las legalizaciones que promete Morena en 2019.