Meade se detiene cuatro días en el peor momento de su campaña
Después de que el tercer lugar resultará ser el sitio más cómodo para Antonio Meade, el candidato priísta ha decidido que la campaña es demasiado. La idea principal, según su equipo de trabajo, es la de generar al candidato que todos esperaban ver desde el inicio en el tercero y último debate presidencial en Yucatán. Todos los esfuerzos priístas que quedan se concentrarán en un último programa de dos horas para intentar levantar una campaña opaca.
José Antonio Meade ha recurrido a muchas estrategias para igualar a López Obrador y a Ricardo Anaya. Primero se vendió como el candidato ciudadano que no representaba lo peor del partido en el poder. Después, se vendió como la opción ideal para vencer a la corrupción nacional, sin ir detrás de los priístas más investigados. Ahora, Meade se vende solamente como “el más chingón”, a falta de estrategia.
Con tan solo 19 días disponibles para emparejar al menos al segundo lugar de las encuestas, el panista Ricardo Anaya, el priísta no planea avanzar con su gira nacional. Con problemas de logística, acarreos y discursos memorizados, Meade decide mejor cancelarlo todo durante cuatro días para encerrarse a forjar el mejor debate de su vida. En el segundo encuentro entre presidenciables se alcanzó a ver a un Kuribreña más confiado con las cámaras y los micrófonos.
En el pasado, Meade ha permanecido como una figura silente encargada de varias secretarías en los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña. Ahora, como el elegido para representar durante seis años a un partido manchado por la corrupción y el desvío de recursos, el hombre de 49 años ha tenido que lidiar con masas, audiencias, entrevistas y propuestas. Algo a lo que no ha estado muy adentrado en su vida.
https://twitter.com/JoseAMeadeK/status/1005160512089231360
Esta pausa de cuatro días llega en el peor momento de su campaña. Meade no ha podido rebasar el tercer sitio de las encuestas y en la mayoría de ellas el número de indecisos ya lo rebasó bastante. Como contendiente, se ha limitado en los últimos días a colgarse de la agenda de los dos punteros.
Meade mantiene ataques en contra de Nestora Salgado y el supuesto lavado de dinero de Ricardo Anaya. Su agenda la han dictado el queretano y el tabasqueño desde hace semanas. A pocos días de las urnas, la intención priísta parece someterse a un posible gobierno de izquierda y algunos candidatos del PRI a alcaldías o gubernaturas ya ni siquiera lo mencionan en sus discursos.
https://twitter.com/JoseAMeadeK/status/1005049400798994432
En su cuarto de guerra tampoco florece un aire de tranquilidad. Aurelio Nuño ha sufrido como coordinador de campaña y a petición del propio Meade, dice, se despidió a Ochoa Reza de la dirección nacional del PRI. Estos caos internos han mermado, de repente Vicente Fox aparece abrazado de Anaya y le niega el apoyo, y otro día su coordinador le suplica a Anaya que se le una.
Para intentar salvar la campaña priísta más accidentada de los últimos años, Meade deberá ensayar un ataque ferreo a sus rivales en el último debate presidencial. La idea de proponer algo nuevo quedó atrás y el hombre que dirigiera las arcas del país ha llamado a Carlos Alazraki para que lo entrene dirigiendo ataques directos en contra de López Obrador. Le quedan pocos días y parece ser que Meade apenas sacará al candidato voraz que el PRI esperaba surgiera hace meses.
