Cataluña busca su independencia en medio del caos y enfrentamientos
El referéndum en Cataluña para independizarse de España avanza en medio de irregularidades y enfrentamientos de los simpatizantes catalanes con la Policía Nacional, que ha intentado impedir que se lleve a cabo la votación.
Hasta el momento, hay 465 personas heridas. La mayoría son activistas que estaban en las entradas de los colegios electorales —donde se llevarían a cabo las votaciones— que buscaban impedir el ingreso de los elementos de seguridad a los lugares para llevarse el material electoral.
El gobierno español, que encabeza Mariano Rajoy, ha insistido en que no se puede llevar a cabo este referéndum que fue calificado como ilegal por el Poder Judicial en España.
Sin embargo, el gobierno de Cataluña se negó a detener la votación, que se realiza este domingo en un clima de disputas y confusión para defender su idea de independencia.
¿Por qué Cataluña quiere convertirse en una república independiente de España?
Los partidarios de que Cataluña se independice aseguran que la región tiene una lengua y una cultura propia que los define como nación, por lo que deben conformarse como un Estado aparte. Además, señalan que la región es una de las más ricas de España, pero que su exceso de recaudación se transfiere a los más pobres del país, quitándole a sus habitantes la posibilidad de vivir mejor si la riqueza se quedara en donde se genera.
La idea separatista comenzó hace más de una década, cuando los catalanes propusieron alejarse de España y crear su propia República, bajo los argumentos anteriores. De igual manera, han señalado que el gobierno español es un Estado autoritario y lo mejor es convertirse en una nación independiente.
Desde entonces, los separatistas han intentado, por medio del referéndum, convertirse en un país y dejar de ser una región autónoma, como viene funcionando desde 1978, cuando la nación se unificó bajo la Constitución de ese año.
En 2014 se realizó una consulta de este tipo, aunque los resultados no fueron vinculantes. Sin embargo, este año el gobierno de Cataluña aseguró que los resultados sí serán vinculantes y, en caso de obtener un sí de la mayoría de la población, se buscará la independencia de la región.
¿Por qué lo impide el gobierno?
Hasta donde se ha pronunciado el gobierno de Mariano Rajoy, la decisión de independencia de Cataluña viola la Constitución de 1978, que establece que España es indivisible.
Es por ello, que el Tribunal Constitucional ordenó que la votación se suspenda, ya que hasta ahora es ilegal y no se puede llevar a cabo hasta que se determine su legalidad.
El mismo tribunal también suspendió las leyes aprobadas por el Parlamento catalán el 6 de septiembre pasado, que fijaban ya la ruta hacia la independencia.
Caos y enfrentamientos
Ante la negativa del gobierno catalán de suspender las votaciones y llamar a sus habitantes a los colegios electorales a participar, la Presidencia envió a la Policía Nacional y a la Guardia Civil a cerrar estos centros y decomisar todo el material electoral.
Desde las primeras horas, los elementos de seguridad se enfrentaron a los activistas en los edificios donde se llevarían a cabo las votaciones. Incluso, la policía disparó balas de goma a los manifestantes, a pesar de que la medida antimotines está prohibida desde 2014 en la región.
De acuerdo con el reporte del Sistema de Emergencias Médicas de la Generalitat (SEM), hay dos personas en condición de gravedad, uno de ellos es un hombre que sufrió una herida en un ojo con una bala de goma que dispararon los policías, mientras que el otro sujeto sufrió un infarto durante el desalojo de un centro de votación.
La Policía Nacional actuó después de que los Mossos —el cuerpo de seguridad local— se limitara a patrullar las inmediaciones de los colegios electorales, hecho que el gobierno de Rajoy calificó como desobediencia.
La consulta enfrenta otro problema: los centros de votación no tienen internet, por lo que no hay acceso al censo, a la contabilización de votos y no hay un mínimo de rigor.
Al principio de la jornada, los votantes podían participar mostrando su credencial de identificación y anotaban su decisión en un papel.
Sin embargo, los enfrentamientos y el cierre de los colegios obligaron a los activistas a instalar las casillas en las calles y la gente puede votar en cualquier sobre, con una papeleta impresa en casa y sin la seguridad que garantice la legalidad del referéndum.
A las seis de la tarde, hora local de Barcelona, los líderes separatistas y el gobierno han anunciado una marcha en la Puerta del Sol, para protestar por la represión del gobierno español, mientras la gente sigue acudiendo a los pocos colegios electorales para participar en la decisión que quizá sea la más importante para la región y los españoles en los últimos años.
Con información de El País, La Vanguardia y El Tiempo