Se hunde la imagen de Antonio Meade para 2021 y 2024
Se trata del último candidato del PRI a la presidencial. Confiados en que su perfil “ciudadano” convencería a millones de mexicanos, el priismo lanzó a un secretario de economía bastante tímido, amigo directo de Enrique Peña Nieto, para retener la presidencia hasta el 2024. La estrategia falló completamente y quedaron en tercer lugar nacional, con una crisis política inédita.
Ahora que pasaron las elecciones y López Obrador se hizo con el poder, las apuestas de Antonio Meade fueron recluirse un tiempo en la iniciativa privada mientras trazaba su futuro político. Para los círculos conservadores, Meade era una opción a valorar en el futuro. El partido que están formando Margarita Zavala y Felipe Calderón lo han llegado a contemplar como candidato fuerte para sus ideales en las siguientes elecciones.
La Estafa Maestra lo persigue
Pero toda esta imagen de este doctor en economía se ha ido derritiendo en los últimos meses. Su nombre aparece en varias acusaciones de desvío de recursos en la llamada Estafa Maestra, después de que liderara la Sedesol (una de las secretarías más plagadas de corrupción en la era Peña Nieto). El candidato priista negó absolutamente cualquier acto ilegal durante su paso por el último gabinete tricolor.
Entre la dirigencia de Rosario Robles y Antonio Meade en esta secretaría hacen falta al menos 540 millones de pesos, señala la investigación periodística de Animal Político. Lo cierto es que ambos niegan estos actos, pero la primera ya ha sido detenida. Meade se mantiene fuera de México trabajando como consejero de finanzas para empresas que ayudó el gobierno peñista cuando fue parte del gabinete.
Ya ligado al tema Estafa Maestra, la imagen de Antonio Meade empezó a ensuciarse. Como respuesta, el economista buscó rápidamente una foto junto a López Obrador ya como presidente. La reunión de ambos se logró y ayudó a limpiar su imagen durante pocos meses. Un día antes de que Rosario Robles fuera detenida, Antonio Meade fue visto saliendo de Palacio Nacional. Pero la poca estabilidad cayó hace unos días.
El primo incómodo
Se sabe que el primo de Antonio Meade, un empresario llamado Walter, participó en la creación de un equipo de espionaje contra el gobierno obradorista. Dentro de este grupo también operó el excomisionado Alfredo Castillo, gran amigo del presidente Enrique Peña. Ubicados en una de las zonas más exclusivas de la capital, este grupo de espionaje vendía información delicada de personajes del obradorismo al mejor postor.
Con los destrozos de su primo y su nombre ligado a la estafa maestra, Antonio Meade tiene un panorama aún más complicado para recuperar un puesto político en México. Actualmente el economista se ha sumado a los grupos opositores para criticar las estrategias del nuevo gobierno (sobretodo en materia económica), pero su popularidad parece no subir demasiado después de ese tercer lugar en las elecciones. Para el futuro electoral no reluce el nombre de Antonio Meade como opción limpia.
