Áreas Naturales Protegidas en México están en control de grupos criminales
De acuerdo con documentos y entrevistas a exfuncionarios ambientales, académicos y consultores, en las áreas naturales protegidas de al menos 16 entidades se ha reportado actividades criminales, impulsado por grupos que han llevado a cabo homicidios, torturas, lesiones, amenazas, secuestros y bloqueos.
Raúl Arriaga, integrante de la Academia Mexicana de Impacto Ambiental (AMIA), señala: “Prácticamente en todas las áreas protegidas del norte y del sur, donde no hay actividad económica, son espacios propicios para la acción delincuencial. No podemos entrar a hacer trabajo y te la juegas si te agarran”.
Los expertos consideran que si las condiciones son peligrosas ahora, el recorte presupuestal a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en la administración de Andrés Manuel López Obrador, especialmente en el programa de manejo para la operación de las áreas nacionales protegidas, dejará en condiciones de mayor vulnerabilidad a los científicos que laboran en campo.
El 21 de mayo de 2010 vino la primera alerta cuando torturaron y asesinaron a tres inspectores: dos de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y uno de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), así como a un guardaparque de la Conanp, luego de que realizaron una inspección de residuos tóxicos en un río, lo que los llevó a un narcolaboratorio entre Temascaltepec y Valle de Bravo, Estado de México.
Los casos de asesinatos por el narco son los de la Reserva de la Mariposa Monarca, en 2010. Y en 2014 un inspector de la Profepa fue golpeado afuera de una tienda por tres pescadores involucrados en el tráfico ilegal del pez totoaba en el Alto Golfo de California.
De igual manera un funcionario ambiental fue agredido con bombas molotov durante una inspección realizada en una embarcación. Según el expediente PFPA/9.4/2C.22.1/3038/2014, los responsables fueron denunciados por tentativa de homicidio,
Los más peligrosos
De acuerdo con los entrevistados y la documentación oficial, las áreas naturales protegidas más peligrosas están en Baja California, Sinaloa, Sonora, Chihuahua, Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila, Durango, Hidalgo, Tlaxcala, Veracruz, Jalisco, Estado de México, Chiapas, Oaxaca y Guerrero.
Las más conflictivas son la Reserva de la Mariposa Monarca, entre Michoacán y el Estado de México; el Parque Nacional Cumbres de Monterrey, en Nuevo León; Laguna Madre, Tamaulipas; Parque Nacional Nevado de Toluca y Reserva de la Biósfera de los Volcanes, Estado de México, y toda la sierra Tarahumara, en Chihuahua.
Igualmente, el Parque Nacional Lagunas de Zempoala, Morelos; Reserva del Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado, respectivamente en Baja California y Sonora; Parque Nacional Cañón del Sumidero, Parque Nacional Lagunas de Montebello y la Selva Lacandona, en Chiapas; Parque Nacional Tula, Hidalgo; Parque Nacional La Malinche, Puebla y Tlaxcala; y La Martinica, Veracruz.
Siguen los recortes
Los entrevistados atribuyen esta situación a los recortes que se le han aplicado a la Semarnat. El gobierno de López Obrador no es la excepción: le redujo 7 mil 447.92 millones de pesos, según el Presupuesto de Egresos de la Federación 2019.
Tan sólo el Programa de Manejo de Áreas Naturales Protegidas, que empezó en 2012, sufrió un recorte de 30% al pasar de 126 millones en su primer año a 87.71 millones en la presente administración.
“Los presupuestos se han reducido casi la mitad de 2016 a 2019”, explica Fueyo, actual coordinador de la Red Mexicana de Organizaciones, Científicos y Sociedades Rurales de la Agenda 2030 de la Organización de Naciones Unidas (ONU).