Trudeau enfrenta fuertes acusaciones de corrupción, estilo Peña Nieto
La exministra de Justicia de Canadá, Jody Wilson-Raybould, entregó documentos comprometedores sobre Justin Trudeau a la comisión parlamentaria. Es por esto que el primer ministro de Canadá tiene nuevas presiones ya que estos documentos están relacionados con un gran escándalo de corrupción.
Wilson-Raybould asegura que funcionarios del gobierno de Trudeau intentaron disuadirla para que dejara de investigar a la empresa SNC-Lavalin, una de las mayores compañías de ingeniería y construcción. Para apoyar sus acusaciones, la exministra entregó la grabación de una llamada telefónica, entre otras pruebas.
SNC-Lavalin, firma canadiense la cual tiene su sede en Quebec, está acusada de haber sobornado a funcionarios en Libia durante el gobierno de Muamar el Gadafi, quien fue derrocado en el 2011, informó El Universal.
Trudeau es acusado de presionar a Wilson-Raybould para ayudar a SNC-Lavalin a evitar el enjuiciamento y otras sanciones. Esta controversia causó la renuncia de Gerald Butts, principal asesor de Trudeau, y la de Jane Philpott, ministra del Tesoro. Las encuestas también indican que la popularidad de Trudeau se ha visto afectada por este escándalo.
La grabación de 18 minutos que entregó la exministra es una conversación que tuvo con el Secretario del Consejo Privado, Michael Wernick, sobre el caso SNC-Lavalin. Wilson-Raybould grabó la conversación sin que Wernick lo supiera. Aseguró que lo hizo porque estaba preocupada que llamadas de este tipo fueran intentos de Trudeau para intervenir en la investigación de la compañía.
En peligro la popularidad de Trudeau para elecciones
En esta llamada, Michael Wernick era muy insistente en que Trudeau estaba interesado en que la empresa no fuera a juicio y en vez de eso se alcanzara un acuerdo. Además, Wilson-Raybould aseguró que estas conversaciones eran inapropiadas, por eso la presentó a la comisión para que los miembros del comité decidan por sí mismos si existió presión de parte del primer ministro.
El Comité de Justicia, el cual está dominado por liberales, abandonó la investigación de SNC-Lavalin desde principios de marzo ya que se habían logrado los objetivos. Después de concluida la investigación, Wilson-Raybould aseguró que presentaría más materiales para respaldar su versión.
Las pruebas incluyen más de 40 páginas conformadas por copias de textos, correos electrónicos, entre otros. Andrew Scheer, líder conservador, aprovechó la polémica para acusar a Trudeau de corrupción y exigir su renuncia.
Los archivos, que primero fueron entregados a una comisión parlamentaria, se hicieron públicos el día viernes. Estos documentos podrían afectar a Trudeau, quien estará en las elecciones generales de octubre. Durante semanas, el primer ministro canadiense ha intentado contener esta controversia. Es por esto que niega que ni él ni nadie de su gobierno ha cometido un delito.
Con información de El Universal.