El muro de Trump y la refinería de AMLO costarán lo mismo
Uno es un proyecto que ha paralizado al gobierno estadounidense y que tiene como línea base la xenofobia republicana. El otro, es un esfuerzo por rescatar a la petrolera más endeudada del planeta. El muro fronterizo que Donald Trump quiere en los límites con México parece estar cerca de ser financiado. La refinería que le urge a López Obrador será realizada en tiempo récord. Ambas son obras criticadas por sus detractores.
Donald y Andrés no se han visto desde que el tabasqueño ganara las elecciones en julio del 2018. Si bien la relación entre ambas es seca y distante, no han tenido encontronazos como los que vivió Enrique Peña Nieto durante años. Ahora que está cerca la revisión del T-Mec, pareciera que Trump y Obrador se estrecharán la mano con la urgencia de acceder a 8,000 millones de dólares para sus proyectos.
Resulta que el muro fronterizo cuesta exactamente lo mismo que costará la refinería en Tabasco que quiere el nuevo gobierno mexicano. Ambos proyectos han sido vendidos a la ciudadanía como una acción inevitable para mejorar a sus naciones. En Estados Unidos hay un gran problema legal para no financiar el muro y en México la oposición y ciertas comunidades locales también buscan un freno a esta nueva refinería.
Si bien los dos proyectos costarán prácticamente lo mismo, las intenciones para realizarlos son la gran diferencia entre ellos. El muro del republicano es prácticamente una estrategia política para asegurarse la reelección en 2020 y hacerle ver a sus votantes más xenófobos que su presidente los está representante. En el caso del tabasqueño, la refinería tendría la difícil tarea de salvar a Pemex y al mismo tiempo a la economía nacional.
El gobierno mexicano aseguró tener lista la refinería en 2022. El muro del presidente estadounidense estaría listo en una fecha similar, meses antes, a finales del 2021. Lo cierto es que la tirada de López Obrador por salvar a la petrolera mexicana puede ser usado como prueba político para que su partido repita la presidencial en 2024. En caso de que Donald Trump se reelija el próximo año, los morenistas tendrían que lidiar con el magnate republicano en caso de ganar la siguiente presidencial mexicana.
Esto une aún más los destinos políticos de Obrador y Trump. Se trata de dos personajes que llegaron al poder gracias a un fuerte discurso nacionalista, con la idea de aspirar las ideas de sus predecesores y con la promesa de revitalizar las economías de sus países gracias a una predilección por lo local, además de discursos bien delineados para culpar a sus opositores sobre los desastres actuales.
Lo cierto es que la refinería de López Obrador es toda una realidad y a pesar de las contradicciones con algunos funcionarios de su gobierno, el proyecto está prácticamente por iniciar. En el caso de Donald Trump, la oposición cada vez se organiza mejor para torcer las intenciones del presidente yanqui por dividir a su país de México. El republicano de piel naranja ha intentado todos los recursos federales posibles para lograr el financiamiento de su muro (pero su insistencia poco a poco está generando avances).
Mientras que el tabasqueño apenas celebra su primer trimestre de actividades como presidente, el 2020 podría ser el último año de Trump como presidente. Sus seguidores ya no compran tan fácil ese discurso de nacionalismo irritante y a la contienda presidencial del próximo año se ha sumido su más grande rival demócrata, el veterano Bernie Sanders. Aún falta tiempo, pero ambos presidentes (el mexicano y el estadounidense) necesitan de estas grandes obras para consolidar sus gobiernos.