Empresa coahuilense de jugos libera residuos tóxicos en aguas
La empresa Jugosa ya había sido multada previamente por más de 100 mil pesos por liberar residuos tóxicos a el arroyo Escurridero de Los Chorros, sin embargo, poco parece haberle importado. La empresa de Coahuila continúa vertiendo sus desechos a las aguas del arroyo y continúa sin los permisos de ecología necesarios para seguir funcionando.
Sin embargo, a pesar de las irregularidades, el Ayuntamiento de Arteaga, dónde está asentada la empresa, canalizó los desechos a una presa que se encarga de recibir aguas residuales. Es notorio el malestar de los vecinos ante la situación.
El nombre oficial de la empresa es Jugos El Álamo y se encuentra ubicado en el kilómetro 242 de la carretera 57 que pasa por el municipio. La principal actividad de la compañía es la elaboración de productos con base en el jugo de naranja. De acuerdo con la página oficial, la empresa cumple con los estándares USDA Organic y Food Safety System 22000:2011, más no con los permisos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Una investigación llevada a cabo por el periódico Vanguardia comprobó a través de un recorrido antes del mediodía del martes pasado (19 de febrero), que la empresa continúa desechando residuos. Los subproductos de la fábrica tienen un color naranja con un penetrante olor. Se acumulan en dos lagunas para posteriormente escurrir por tres kilómetros más, dónde llegan al cárcamo de la colonia Autopista en el municipio de Arteaga, Coahuila.
Enrique Cepeda Ibarra, en entrevista con Vanguardia, quien además vive a unos metros de la presa dónde se acumulan los desechos, se quejó de la situación: «Es puro veneno. Algo hay ¿Por qué no han canalizado esto de manera más ecológica?, está en manos de Ecología, de la Presidencia de Arteaga, incluso yo pienso que esto tiene que llegar a México, porque aquí no hay quién te eche la mano. En la tarde cuando ventea, no podemos estar dentro de la casa, es una cosa insoportable».
Otro vecino entrevistado, Eladio Ruiz Reyna, mencionó que en una ocasión llevó al Alcalde actual de Arteaga, Everardo Durán Flores al lugar, ahí le mostró de dónde provenían los residuos y dónde se mezclaba con las aguas negras.
«Aquí están las familias junto al mugrero y ¿qué hacemos? La solución más fácil que encontró el Presidente Municipal fue: ‘se los aventamos ahí y ya’ (dentro del cárcamo)».
«Somos dos o tres los que estamos aquí pegados y la queja de nosotros no se oye ni se va a oír. Para estar aguantando día y noche esto, está canijo». Dijo Ruiz Reyna, quejándose del mal olor, a Vanguardia.
Un remedio a medias.
Fernando Sánchez Berlanga fue titular de Obras Públicas y Protección Civil en Coahuila. Durante su administración fue construido el cárcamo de captación dónde actualmente se acumulan las aguas. El funcionario explicó que fue construido para evitar las filtraciones y que los residuos terminaran en otras colonias.
Asimismo, mencionó que, debido a los residuos ilegalmente vertidos por la empresa, la dependencia impuso una multa por 92 mil pesos a la empresa Jugosa. La compañía cuenta con subsidiarias en Monterrey bajo el nombre de Fruitec, Ciudad de México como IQCitrus-Industrias Químicas del Cobre división Cítricos y Citrofrut Álamo.
«Hablamos con el dueño y le dijimos: última vez que tiras aquí. Estaban sacándolo en pipas, pero yo creo que de vez en cuando tiran en las noches, ya se le dio aviso a Conagua y Profepa y ellos andan armando una carpeta de investigación». El Procurador Ambiental, Javier Rodríguez Mendoza, en entrevista con Vanguardia. En su momento se le impuso una multa de 25 mil 700 pesos. Sin embargo, poco ha cambiado. La multa fue impuesta en 2016.
A raíz de la llamada realizada por Vanguardia el 19 de febrero, la PROFEPA revisó su base de datos y encontró que la empresa sigue incumpliendo. Según los hallazgos, la empresa estuvo clausurada apenas un par de días por no tener la documentación completa. Se ubicó de igual manera el lugar de dónde provenían los desechos, pero nada más.
La Procuraduría del Medio Ambiente aseguró que le dio 30 días a la empresa para regularizar su situación o la clausurarían. Se supone que cuando la empresa fue clausurada, el poco tiempo del cierre se debió a que la interrupción de labores provocó la pérdida de la producción.
Conagua no ve problema en lo que sucede.
Apenas el pasado 14 de diciembre, la Comisión Nacional del Agua realizó una inspección en el lugar. La resolución de esta fue dada a conocer en enero. La Conagua dice no haber hallado irregularidades en dónde se encuentra ubicada la fábrica. Debido a esto, la dependencia dice que no puede proceder en contra de la compañía productora de jugos.
Vanguardia asegura que la empresa comprobó ante la dependencia que todo estaba en orden a través de facturas dónde consta que pipas captaron y transportaron los líquidos. Más esto no fue así, pues a simple vista se puede constatar que los desechos siguen siendo vertidos. Conagua dice que no puede volver a proceder a menos que se presente otra denuncia.
Vanguardia intentó contactar a la empresa productora, así como a sus directivos, Alejandro Tattersfield y Jorge Tattersfield, más no obtuvo respuesta.
Esta publicación fue realizada con base en la nota publicada por Sin Embargo con autorización de Vanguardia, el crédito de su contenido corresponde a sus respectivos autores.