Brasil quiere el puesto de México como mayor vendedor de alimentos a EU
Apenas tiene días en el poder y Jair Bolsonaro está aplicando para torcer la estabilidad económica mexicana. En principio, el ultraconservador carioca ya aseguró que su país estará a merced de los intereses políticos y económicos de Donald Trump. Ahora su gabinete militarista ya apunta para ser el mayor vendedor de alimentos a Estados Unidos.
El gran problema para López Obrador es que México es actualmente el país que más le vende alimentos a los yanquis.
Este jaloneo entre Brasil y México parece inevitable. El país del maíz está estrenando un gobierno de centro-izquierda, mientras que la nación de la samba aún se repone de la fiesta por la llegada de la derecha-católica al poder, después de trece años de gobiernos de izquierda. Las posturas de López Obrador y Jair Bolsonaro son totalmente contrarias. Mientras el mexicano le quita privilegios a los altos funcionarios, el brasileño baja el salario mínimo y refuerza la gran vida de los altos mandos de su gobierno.
El tema de la exportación de alimentos a Estados Unidos parece ser el primer gran choque entre ambos mandatarios. Ambos territorios, México y Brasil, son territorialmente ricos en climas y suelos para dotar a la nación de Donald Trump de los alimentos que actualmente demanda. Los brasileños están confiados en que su cercanía con el magnate republicano los puede beneficiar para sacar a México del puesto de mayor vendedor de alimentos a la nación del pay de manzana.
México y Estados Unidos acaban de firmar un acuerdo conjunto con Canadá, el famoso T-Mec, en donde se espera que las relaciones comerciales entre estas tres naciones norteñas sigan igual. Pero esto no garantiza a México que Brasil no pueda firmar acuerdos por fuera con Estados Unidos para ser su principal proveedor alimenticio. La nación de Bolsonaro está urgida por generar exportaciones con naciones que compran masivamente, después de décadas de enemistad entre los gobiernos de izquierda brasileños y EU.
Esta posibilidad de desbancar a México ya mantiene en alerta a los empresarios nacionales. Recordemos que la mayoría del aguacate que se consume en el Super Bowl de Estados Unidos proviene de Michoacán y Guerrero, además de que la nación del jazz es una de las más consumidoras de alimentos orgánicos mexicanos provenientes del suelo de Oaxaca y Campeche. Los cariocas están conscientes de esto y ya le hacen guiños a Donald Trump.
Brasil cuenta actualmente con mejor visión para la inversión extranjera que México. La política abierta al neoliberalismo de Jair Bolsonaro agrada mucho más a los grandes inversores, algo que López Obrador ha puesto en duda con algunas decisiones políticas como el ataque a las comisiones bancarias y la cancelación del aeropuerto en Texcoco, al norte de la capital mexicana. Desde este lado, Brasil tiene mejores notas a favor.
Lo cierto es que México será un gran vendedor de productos a Estados Unidos a pesar de la insistencia de los brasileños. El gran tema es la variedad de alimentos que oferta cada uno. Los cariocas no pueden generar aguacates o maíz como los mexicanos, mientras los mexicanos no pueden compararse con la producción de carnes y frutas de los brasileños.
Si bien habrá más competencia, no ofrecen lo mismo, por lo que no podrían pelear el primer lugar de forma directa. Algo que México mantiene, además, por su cercanía y rutas ya trazadas para exportar alimentos a Estados Unidos. Lo que sí podría apuntar la balanza a favor de la nación de Bolsonaro son nuevos acuerdos comerciales Brasil-Estados Unidos, algo que México vería de lejos, después de firmar las nuevas cláusulas del T-Mec.
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