Aprobado: AMLO tendrá 50 mil guardias para combatir al narco
Pocas personas imaginaban que el primer gobierno mexicano de izquierda daría tanto poder al ejército. López Obrador asegura que no se puede garantizar la pacificación de un país sumido en doce años en guerra si no es dando más poder a las fuerzas armadas para evitar la tremenda corrupción que habita en la policía federal, los aún principales encargados de combatir a los criminales.
Colectivos, organizaciones, sociedad civil e incluso miembros de Morena aseguran que militarizan al país solamente aumentará los atropellos a los derechos humanos. Para los grandes críticos de la guardia nacional, es necesario hacer un llamado internacional para evitar que sean marinos y militares los que tengan el mando de este nuevo ejército de 50 mil personas.
Pero el presidente no ha encontrado más trabas para avalar su proyecto.
El día de hoy, las comisión de la cámara de diputados han aprobado las reformas necesarias para crear de forma inmediata esta fuerza militar para combatir al narcotráfico. Con una clara mayoría morenista, los legisladores han dado arranque a una fuerza militarizada que no existía en el país y que vendría a sustituir a los policías federales implantados en tiempos de Felipe Calderón y Enrique Peña. Los morenistas aseguran que los militares no abusarán de su poder.
Entre los motivos que el gobierno federal promueve para esta guardia de 50 mil elementos militarizados están las constantes capacitaciones en derechos humanos. Todo esto como respuesta a la gran cantidad de denuncias en contra de militares y marinos por haber torturado o desaparecido a civiles mexicanos en años pasados. Para evitar estos conflictos, el gobierno promete que la guardia nacional estará al mando de la secretaría de seguridad pública (SSP), y que el ejército solamente organizará y hará disciplina interna en el grupo armado.
Para buscar acuerdos con los colectivos en contra de la militarización del país, el gobierno ha ofrecido una puerta a que el mando de la guardia nacional sea civil. Alfonso Durazo, el arquitecto del proyecto, apareció en reunión con Tatiana Clouthier (la principal morenista crítica de la estrategia militar) y aseguró que la guardia podrá tener un mando civil hasta 2023.
Al estar bajo el mando de la SSP, Durazo asegura que la guardia estaría regida por un ente no militar.
Pero esto no basta, aseguran colectivos antibélicos. El medio Animal Político nos deja ver que esta aprobación le permitiría al presidente contratar seguridad privada para garantizar las tareas de seguridad. Esto es preocupante, ya que se busca desde el gobierno federal que los guardias nacionales puedan adquirir tareas como auxiliares del ministerio público, siendo acreditados para detener personas o realizar cateos. Pocas personas quisieran que un grupo militar hiciera un cateo en sus hogares.
Las reformas avaladas el día de hoy dan el poder a López Obrador de tener una guardia nacional con nulos candados constitucionales, lo que puede generar que tenga total control y mando sobre esta organización de 50 mil personas armadas. Los morenistas aseguran que no se cometerá ni un solo atentado a los derechos humanos, ya que el uso de la fuerza estará regulado por la ley. Además, aseguraron que el senado mexicano podrá disolver esta guardia en caso de ser necesario.
El gobierno obradorista ha logrado su cometido de crear esta fuerza militar, a pesar de que organizaciones como Naciones Unidas, Amnistía Internacional y Human Rights Watch criticaron la propuesta por considerar que la militarización de México no es la ruta para terminar con doce años de guerra y más de 250 mil muertos.