El primer decreto presidencial de AMLO podría ser colocar a Taibo en el FCE | BREAKING

El primer decreto presidencial de AMLO podría ser colocar a Taibo en el FCE

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El tema del próximo director del Fondo de Cultura Económica ha cobrado demasiada importancia. Se toma más atención a esta designación que a la secretaría de economía o hacienda, por ejemplo, incluso más que a las cuestiones sobre quién sería la próxima secretaria de educación. El asunto es que López Obrador había otorgado el puesto a una escritora que a medio camino decidió abandonar la vacante. Al rescate llegó Francisco Ignacio Taibo II.

El mexicano, nacido en España, es hijo de uno de los disidentes del franquismo con mayor impacto en Iberoamérica. Su trabajo como escritor y promotor de la lectura le dan todas las credenciales para dirigir la editorial más poderosa de habla hispana, pero también su personalidad reaccionaria y de izquierda radical le han generado críticas sobre qué hará con el poder que representa el Fondo de Cultura Económica. Sus rivales ya preparaban una traba, alegando que para dirigir este fondo era necesario haber nacido en México.

Las mayorías de Morena en las cámaras legislativas ya trabajan en la corrección de esta regla para insertar sin problemas al novelista en el FCE. Pero si esto no llegara a lograrse, López Obrador ya tiene lista una carta que podría saltarse las opiniones de los legisladores mexicanos. Se trata del posible primer decreto presidencial, en donde el tabasqueño habrá de colocar con su poder al nacionalizado en la editorial más importante de la lengua española. Si todavía no pasa para el lunes habrá un edicto del presidente nombrándome encargado de despacho mientras sale la ley«, dijo.

El tema generaría una clara reacción colérica de los adversarios de Morena. Muchos de ellos ya había reclamado que Taibo era una figura completamente alejada de los lineamientos que exige el FCE para sus directivos. Se niega a usar corbatas, a peinarse con raya en medio, a comer en los restaurantes de lujo que acostumbran las élites de la editorial y también a mantener unos programas de lectura secos y unos precios exagerados que hacen imposible a un indígena acceder a un libro, asegura.

Para rematar, su actitud. Conocido por un catálogo florido de groserías, las conferencias de Ignacio Taibo II se llenan de aplausos y carcajadas por su tendencia a no bajar de miserables, opresores y pendejos a los personajes más importantes de las últimas presidencias en México. Incluso durante la campaña presidencial se viralizó un video en donde Taibo invitaba a que se fusilara a ciertos rivales políticos. Ahora, el promotor de la lectura ha generado polémica por sus declaraciones en la feria del libro más importante de Latinoamérica.

En una presentación, y respondiendo a una pregunta del público sobre si estaría o no dirigiendo el Fondo de Cultura Económica por su pasado español, Taibo dijo entraría sin ningún problema, ya sea por la vía legislativa o por un decreto presidencial ordenado por López Obrador. Para rematar la respuesta, Taibo dijo: “Sea como sea se las metimos doblada camarada”. Con esto, se solicitó por buena parte de sus críticos que no se le permita dirigir a la editorial del estado mexicano. Buena parte de la comunidad literaria condenó la forma en la que se expresa quien habrá de dirigir el Fondo.

López Obrador ya se prepara para recibir la banda presidencial esta sábado y entre sus primeras acciones de trabajo podría estar el insertar a su amigo Ignacio Taibo II en la cima del FCE. La idea de que una persona con décadas de trabajo voluntario por el fomento a la lectura es bien recibido por una buena parte de la población mexicana. La otra parte asegura que la editorial estatal se llenaría de contenido propagandístico de izquierda y habría de ser liderada por un radical.

Para el FCE, Taibo ya tiene todo un programa de acción para acercar libros a comunidades indígenas y rancherías a las que jamás ha llegado el contenido de la editorial más importante de habla hispana. Además, asegura que sacará del catálogo a varios autores y libros neoliberales «que no lee nadie», con la intención de bajar precios en los catálogos generales e imprimir una serie de ejemplares para incentivar realmente a que los jóvenes mexicanos lean.