IMSS necesita 94,500 médicos urgentemente para operar con calidad
El Instituto Mexicano del Seguro Social, la institución de seguridad social más grande de América Latina pasa por uno de los peores momentos de su historia. La institución padece un importante déficit de hospitales, camas y médicos. A esto se vendría a sumar el recientemente revelado robo hormiga de medicamentos, insumos y materiales en el IMSS. Por si fuera poco, los médicos ya no muestran el mismo interés por trabajar en el sector público. La situación es crítica.
Lejos del estándar nacional e internacional
De acuerdo con los datos del Seguro Social, el número de camas censables por cada mil derechohabientes ha venido disminuyendo constantemente desde el 2000, acumulando una reducción del 27.8% en los últimos 18 años. La institución padece un nivel sumamente reducido de 0.69 camas por cada mil usuarios. Para empeorar las cosas, el terremoto de septiembre de 2017 destruyó casi por completo ocho hospitales del Instituto, dejando 944 camas adicionales inoperantes.
El IMSS se queda rezagado con el resto de las instituciones del sector público en el número de camas, pues estos registran un promedio de 1.5 por cada mil usuarios. Si el número del Seguro Social es comparado con el promedio de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la situación es aún peor, pues estos registran un promedio de 4.7 camas por cada mil personas. El IMSS tiene un déficit de cuando menos 192 mil 908 camas.
Las Unidades Médicas Familiares (UMF) registran una saturación sin precedentes, dónde se tienen que hacer largas filas, muchas veces de horas, para ver a un médico, si se tiene la suerte de lograrlo. Cuando esto es posible, las consultas muchas veces duran 15 minutos y podrán volver a ver a su médico, si es posible, en dos meses o más.
La atención de segundo nivel de urgencias también presenta importantes deficiencias. Miles de personas acuden en estado crítico los fines de semana, cuando menos médicos hay, misma situación se presenta durante los cambios de turno. Los pacientes se enfrentan a una elevada posibilidad de fallecer durante estos momentos. Sumado, la administración hospitalaria suele ser hostil e insensible ante la situación que enfrentan los familiares, quien desesperados claman que los pacientes sean atendidos.
El instituto, fundado en 1943 y el más antiguo de México, presenta un déficit de 94 mil 516 médicos para alcanzar el promedio de la OCDE. El organismo internacional presenta un promedio de 3.4 médicos por cada mil mientras el IMSS cuenta con apenas 1.44. En el caso del personal de enfermería se presenta una situación similar, dónde la OCDE presenta un promedio de 9 por cada mil y el IMSS 2.7.
Añadido a esto, están las discrepancias del número de médicos, dónde en promedio cada médico tiene adscritos a 3 mil derechohabientes. Sin embargo, se presentan casos dónde hay 5 mil, o casos dónde hay mil. No hay consistencia en su distribución.
En entrevista con Revista Proceso, quien elaboró esta investigación, el director de prestaciones médicas del IMSS, Hugo Borja Aburto, explicó la situación: «Tenemos casi 0.7 camas por cada mil derechohabientes. Si quisiéramos alcanzar la media del país tendríamos que duplicar nuestro número de camas. Nos hemos puesto como meta para esta administración que alcancemos una cama por cada mil derechohabientes y eso significa que creceríamos en 13 mil camas. Esto implica tener 58 nuevos hospitales, es una cantidad grande».
El funcionario del IMSS afirma que la problemática principal no reside en construir la infraestructura hospitalaria sino en su costo de operación anual, tan caro como construirlo en sí. Borja Aburto explica que, debido a esto, la institución a lo mucho podrá construir 30 hospitales durante este sexenio.
Es importante mencionar que las pensiones están devorando aceleradamente el presupuesto del instituto. De acuerdo con las cifras del Presupuesto de Egresos de la Federación 2019, el gobierno de Obrador destinó 755 mil 400 millones de pesos para el Seguro Social. Aproximadamente la mitad está destinada para el gasto corriente: 199 mil 200 millones para servicios personales y 105 mil 600 millones para gastos operativos. Las pensiones y jubilaciones son aquellas que más presupuesto consumen al necesitar 432 mil 900 millones de pesos, sólo para 2019. 4 mil 900 millones adicionales se utilizarán para «otros gastos corrientes».
El monto destinado para la inversión física del instituto es de 12 mil 600 millones de pesos, apenas el 1.7% del presupuesto del IMSS. Sin embargo, este monto es por mucho superior a los 8 mil 400 millones erogados por el gobierno de Peña Nieto en su último año de gobierno.
Borja Aburto señaló que, a diferencia de otras instituciones de salud pública, buscan garantizar la correcta operatividad de los nosocomios. «El problema que hemos tenido en el sector salud actual es que se han construido muchos hospitales sin garantizar el equipo o personal para operarlo después. En el IMSS cada vez que construimos un hospital sí garantizamos el equipo el personal. No construimos tanto porque tenemos que asegurarnos de que los podemos operar».
Una institución opaca y poco atractiva para los médicos
Entrevistado por Proceso, Felipe Martell describe las limitaciones a las que se enfrentan en la atención a los pacientes. Él es médico en uno de los 13 consultorios de la UMF en Zumpango, Estado de México, que junto con sus colegas, se enfrenta contrarreloj y recursos limitados, a retos cada vez más grandes.
La clínica donde labora cuenta con 13 consultorios y cada uno de ellos deberá atender a 24 pacientes en promedio, por turno. Es decir, se le dedicarán 15 minutos a cada paciente, sin embargo, esta cantidad puede variar dependiendo del padecimiento. Martell dice atender a entre 27 y 30 personas al día entre las 8:00 y 14:00 horas, o entre 4 y 5 por hora.
El médico dice que el tiempo ideal para atender a una persona es de media hora como mínimo, más dice que, algunas especialidades llevan más tiempo. Martell menciona que buscan enfocarse en el problema que más afecta a la persona y orientarlo en el resto. A esto se añade que los limitan en los recursos, canalizaciones e incluso en el recetado de medicamentos.
«Te dicen que no gastes tantos recursos, que no recetes tantos medicamentos, no mandes tantos pacientes al hospital, no le tomes tantas radiografías, no le pidas tantos estudios de laboratorios y al final de cuentas eso nos presiona. Hay muchos casos en que no hay medicamentos que son un poco más caros».
Cada madrugada cuando menos 100 personas se forman en las puertas de la UMF donde trabaja Martell. Otras 20 personas ya tienen una cita, las restantes, deberán ganar uno de los 4 lugares que hay por médico. Muchos no llegan a consultar a pesar de tener que esperar por largos periodos.
«La agenda para una cita tarda hasta dos meses. Y en el hospital, si necesitan una especialidad, como cardiología o ginecología, a veces tardan hasta seis meses. Por la falta de personal y de infraestructura, es mucha la demanda de la población».
El médico dijo que el IMSS no está abriendo plazas para la contratación de más personal, así como señaló que los médicos que ingresan al sistema no obtienen base inmediatamente, sino que operan bajo contrato. Asimismo, dijo que el Seguro Social ha perdido atractividad entre los médicos como una opción para trabajar, pues el salario no es muy elevado, muchos ingresan mayores cantidades laborando en el sector privado con una carga de trabajo menor.
A la falta de profesionales en medicina, se suma el uso inadecuado de los recursos públicos. La Auditoría Cumplimiento Financiero: 2017-1-19GYR-15-0255-2018-255-DS elaborada por la Auditoría Superior de la Federación, reveló que el IMSS programó ejercer 1 mil 389 millones 484 mil 400 pesos en mantenimiento preventivo y correctivo a 7 mil 548 equipos médicos en unidades de primer, segundo y tercer nivel. Se realizaron inspecciones físicas en 15 unidades médicas a 740 equipos con un costo de mantenimiento por 150 millones 543 mil pesos; de estos, 92 presentaron inconsistencias (12.4%).
64 de los equipos con inconsistencias no cuentan con Número Nacional de Inventario (NNI) o número de serie visible. Ocho equipos no coinciden con el número de serie registrado. 17 de los equipos tienen datos duplicados o que no coinciden con su NNI, así como hay datos erróneos en descripciones o en el número de serie. Tres equipos en el Hospital General de Zona Número 14, cuentan con una capacidad menor a la contratada.
De las 15 unidades seleccionadas por la ASF, 13 no llevaron a cabo la elaboración de informes mensuales y trimestrales sobre el funcionamiento de sus equipos ni acerca del incumplimiento por parte de los proveedores de mantenimiento. Asimismo, se detectó que 69 equipos podrían estar desaparecidos: «en las inspecciones físicas realizadas en las 15 unidades médicas seleccionadas para su revisión, no se localizaron 69 equipos médicos». En 48 casos el IMSS otorgó documentos que prueban su baja, traspaso, robo o extravío, más no proporciono noticia del movimiento ni dictámenes de no utilidad, entre otras irregularidades.