AMLO genera políticas migratorias para calmar a Trump: NYT
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador está cumpliendo con la agenda de inmigración de Donald Trump en la frontera entre México y Estados Unidos. Esto es contradictorio ya que la promesa del gobierno mexicano es que iba a apoyar a los migrantes que buscaran mejores condiciones de vida.
Las autoridades mexicanas están bloqueando grupos de migrantes en la frontera y se han rehusado a dejarlos cruzar a Estados Unidos para conseguir asilo. Incluso han interceptado a menores de edad antes de que puedan llegar a suelo estadounidense. También les han ayudado a reducir las listas de migrantes que buscan asilo, de esta manera limitan el número de personas que consiguen cruzar, informó The New York Times.
El gobierno mexicano también le ha permitido a Trump mandar a más de 150 personas, entre hombres, mujeres y niños, a quedarse en Tijuana mientras esperan los resultados de su solicitud en Estados Unidos. Este programa podría expandirse a otras fronteras la semana que viene.
Las autoridades de la administración mexicana han dicho que esta medida se ha tomado como una estrategia para tener tranquilo a Donald Trump. Aseguran que él no cambiará su forma de pensar, además, López Obrador no ha querido poner en riesgo todos los aspectos que dependen de la relación entre los dos países. Por lo que se ha decidido adoptar estas medidas y evitar una pelea.
Uno de los problemas es que al no permitir que ingresen a Estados Unidos, los migrantes no tienen ni el contacto ni apoyo familiar, tampoco consejería legal y los deja en territorio mexicano que muchas veces puede ser inseguro para ellos. Al principio, el gobierno de López Obrador dijo que solo aceptarían a hombres que buscaran asilo, sin embargo ahora también acepta a niños y mujeres para que esperen mientras que realizan su trámite.
El gobierno mexicano aseguró que esta política viene directamente de Estados Unidos y ellos solo aceptaron por razones humanitarias. El costo político de esta decisión para López Obrador, además de que casi no lo menciona en sus conferencias matutinas, en realidad es poco. Los mexicanos no están tan interesados con lo que suceda con los migrantes, ya que hay muchas preocupaciones en el país relacionadas al trabajo, la seguridad y la corrupción.
Hasta el momento López Obrador mantiene un 80 por ciento de aprobación de su gobierno. No se tiene ningún problema en mantener a más migrantes en suelo mexicano, lo que buscan es evitar una pelea pública con Trump. Sin embargo, al aceptar este programa, el gobierno mexicano ha preferido la política que sus ideas humanitarias, han señalado críticos.
Sin oportunidades para cruzar la frontera
En ciudades como Reynosa, Tamaulipas, prácticamente nadie puede obtener un permiso para vivir en McAllen, Texas. Las autoridades mexicanas los arrestarían, por lo que deben intentar en otros pueblos.
En la ciudad de Piedras Negras, las autoridades mantuvieron a un grupo de migrantes en un albergue durante días. Finalmente cerraron este sitio y los migrantes tuvieron que partir a otras ciudades para intentar cruzar la frontera.
Generalmente son los centroamericanos quienes buscan cruzar México para llegar a Estados Unidos debido a la violencia y pobreza que viven en sus países. Por ejemplo, una mujer entrevistada por The New York Times contó que dejó El Salvador debido a que sus hijos de 8, 11 y 12 años, habían sido reclutados para unirse a una pandilla.
El número de migrantes que se hospedan en asilos sigue creciendo y no se sabe cuál será el límite de personas que México pueda mantener en sus fronteras. Los albergues y las asociaciones que los apoyan cada vez se quedan con menos recursos. El futuro para las familias que buscan una mejor manera de vivir es incierto.
Con información de The New York Times.