El PRI pedirá prestados 250 millones para renovarse
El partido tricolor es quizá el más entusiasmado en dar un giro a su forma tradicional de gobernar. Después de haber sufrida una derrota casi letal en las elecciones presidenciales de hace un año, en el PRI están trabajando rápido para renovarse, al menos desde el lado de su imagen pública. En principio, les urge un nuevo líder político, ya que la imagen de su presidenta Claudia Ruiz Massieu continúa íntimamente ligada a Enrique Peña Nieto.
Para lograr esta estrategia que incluye nueva imagen y nuevo presidente nacional, el PRI nacional ya ha solicitado un préstamos de 250 millones de pesos. La suma es alta y deja ver la desesperación del partido que dominó al país por décadas para no desaparecer en los próximos años. Pero también la cifra deriva del gran gasto que está haciendo el partido tricolor por pagar multas impuestas por el INE en la elección anterior.
Por lo tanto, estos 250 millones son apenas suficientes para empezar con la búsqueda de un nuevo líder nacional. El PRI por primera vez en la historia quiere que sean los militantes realmente quienes escojan a su nuevo líder, incluso ya se habló con el INE para que regule y administre las votaciones internas para dar una imagen de democracia interna que durante años fue negada. Lo cierto es que buena parte del castigo electoral del año pasado lo dieron los propios militantes, quienes vieron en la administración de Peña Nieto lo peor para el futuro del grupo político.
Con al menos tres candidatos de peso los que están buscando la presidencial priista. Dos de ellos son exsecretarios de Enrique Peña y solamente uno de ellos trabaja actualmente como gobernador tricolor. Los dos primeros son Miguel Ángel Osorio Chong y José Narro, el primero fue secretario de gobierno peñista, y el segundo fue secretario de salud también del mismo gabinete. El tercer participante es Alejandro Moreno Cárdenas, actual gobernador de Campeche.
Fueron más de 200 millones de pesos los que pagó el PRI por concepto de multas por evadir la ley electoral en 2018. En julio pasado, el PRI perdió prácticamente todo: la presidencia, las nueve gubernaturas disponibles, la mayoría en ambas cámaras legislativas y varias alcaldías importantes. Esto representó pérdidas del 30% a su presupuesto en el 2019, por lo que llegó la hora de pedir préstamos bancarios (una situación que ya ahorca al PRD nacional).
Actualmente la fuerza tricolor cuenta con apenas 590 millones de pesos para este 2019. Esto es una cifra mínima para un partido que lideró al país por siete décadas consecutivas. Tan solo el año pasado el priismo presumía de ser la principal fuerza política en el país con 1,094 millones de pesos. Con poco más de la mitad de estos recursos, el préstamos será tratado con pinzas para evitar más deuda interna. La intención es garantizar salarios o renta de oficinas, principalmente.
El PRI aún no sabe cómo afrontar la avanza guinda de Morena para el siguiente sexenio, pero sí están trazando con cuidado su camino hacia una nueva dirigencia para las elecciones del 2019 en Puebla y Baja California, además de las elecciones intermedias en 2021. Dentro de su plan de reclutamiento de militantes, el priismo ofrece atención médica, actividades deportivas y talleres para jóvenes que quieran ser parte activa del partido de Salinas y Videgaray.