Mikel Arriola aprobó 323 plaguicidas dañinos en el campo mexicano | BREAKING

Mikel Arriola aprobó 323 plaguicidas dañinos en el campo mexicano

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Una investigación del portal Sinembargo.mx reveló que, al menos 323 plaguicidas, considerados altamente peligrosos por organizaciones internacionales son utilizados en el campo mexicano, debido a que Mikel Arriola, ex titular de la Comisión Federal de Protección a Riesgos Sanitarios (Cofepris) aprobó su uso en 2016.

De acuerdo con la publicación, el organismo permitió el uso de estos productos en México, pese a que en otros países de Europa y en Estados Unidos están clasificados como altamente peligrosos para salud y el medio ambiente.

323 plaguicidas dañinos

La investigación señala que de los 323, en 140 casos los ingredientes activos de los plaguicidas están prohibidos; mientras que los 183 restantes son tachados por organismos internacionales como dañinos a la salud.

Lo anterior, debido a que son capaces de producir efectos irreversibles en el medio ambiente, como la contaminación del aire, el agua y del suelo; y en el caso del ser humano, posibilita padecimientos como cáncer, malformaciones congénitas y desequilibrios hormonales.

Cabe indicar que estas sustancias se encuentran incluidas desde 2016 en el Catálogo de Plaguicidas de la Cofepris, el cual fue aprobado por Arreola, quien se desempeñó como Alto Comisionado del organismo entre 2011 y 2016.

Sin embargo, pese a su peligrosidad, 91% de los plaguicidas que se encuentran registrados en dicho catálogo, el cual contiene más de 2 mil 865 sustancias clasificadas, cuentan con una vigencia indeterminada, porque fueron otorgadas antes de 2005.

Lo que originó falta de seguridad sobre cuáles son las sustancias y cuáles son las atribuciones de las autoridades que las regulan, situación que dio pie a la entrada de compuestos químicos, considerados como altamente peligrosos por los Convenios de Rótterdam y Estocolmo, acuerdos a los que México está suscrito desde hace una década.

Contaminar al campo mexicano

Dichos tratados, restringen el uso de sustancias como los contaminantes orgánicos persistentes (COP) a nivel mundial, por los efectos que éstos pueden provocar en el ser humano y el ambiente.

La publicación indicó que de los 35 plaguicidas restringidos por el convenio de Rótterdam, México prohibió sólo 20, permite el intercambio con sujeción a determinadas condiciones para 10 y del resto no se han pronunciado.

Respecto a lo referente al Convenio de Estocolmo, de los 17 pesticidas incluidos, nuestro país sólo se ha adherido a la prohibición de ocho de los plaguicidas mencionados en las condiciones de dicho tratado.

Tomando en cuenta las consecuencias dañinas del uso de plaguicidas, organizaciones campesinas, agrícolas y civiles emitieron la denominada recomendación 82/ 2018, la cual se encuentra dirigida a los titulares de la Secretarías de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), al Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) y a la propia Cofepris.

El documento solicita a los titulares de las citadas dependencias, a tomar en consideración 43 escritos interpuestos por particulares ante el citado organismo, elaborados entre julio y agosto de 2017, respecto al uso de dichas sustancias.

https://twitter.com/nubemana/status/1080131714553401349

El uso de plaguicidas en México

La historia del uso de plaguicidas en México viene de la década de los cincuenta, durante la llamada de la Revolución Verde, donde nuestro país adoptó algunas técnicas de cultivo estadounidenses, bajo el pretexto de modernizar el campo mexicano.

Este modelo permitió el uso de agroquímicos y transgénicos para resolver la insuficiencia alimentaria, pero a la larga comenta SinEmbargo.mx, sólo ha favorecido a la industria de plaguicidas.

Según cifras de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofese), 38% de los plaguicidas importados provienen de Estados Unidos, 7% de China y 6% de Alemania, Israel y Francia.

En cuanto a las repercusiones ambientales, el portal hace hincapié en que no existe control ni registro, pues cualquiera puede ir a una casa de productos químicos y comprar plaguicidas, incluso un menor de edad.

Además, el otro tema relevante son las repercusiones a la salud humana, cuyo impacto pueden dejarse ver a mediano o largo plazo e incluso es posible producir padecimientos mortales.

Lee el reportaje completo en SinEmbargo.mx