Se liberará a todos los presos políticos en México: AMLO
Para el próximo presidente de México, las prisiones mexicanas son un ejemplo claro de cómo se han percudido las instituciones. Un rápido vistazo a las últimas noticias sobre cárceles mexicanas nos llevan a información sobre motines, abusos de autoridad, tráfico de influencias, extorsiones, violencia, grupos criminales que controlan penales completos y abusos sexuales constantes. La realidad es que no existe una verdadera reinserción social en México después de pisar la prisión y en Morena prometen acabar con todo esto.
López Obrador ha presentado un polémico plan de seguridad nacional para su sexenio. La intención inicial es garantizar la seguridad en el país a través de una guardia nacional formada por 50 mil civiles que serán entrenados por marinos y militares mexicanos. Además, se busca dar un giro total a la forma en como operan actualmente las prisiones en el país. Lo más importante es limpiar de corrupción cada centro penitenciario.
En su documento anunciado el día de ayer, el tabasqueño promete poner en libertad a toda persona que cumpla condena en prisión por motivaciones políticas, siempre y cuando no hayan incurrido en actos violentos. Este sería el primer gran paso para otorgar garantías a miles de presos políticos que acumulan condenas en varios penales mexicanos. Además, se agotarían recursos para lograr la libertad de personas sentenciadas por participar en marchas pacíficas. Con esto, se busca limpiar las prisiones de personas que realmente no debieron ser sentenciadas con sobrepesos legales.
Dentro de su defensa a los derechos humanos, Obrador asegura que ningún cuerpo de seguridad en México tendrá la orden de torturar, desaparecer o asesinar personas. La intención es terminar también con las confesiones de delitos que claramente se generaron a través de amenazas, abusos físicos, psicológicos o sexuales a los detenidos. Con esto, se detendría esa práctica de varios gobierno estatales e incluso el federal por generar culpables express para minimizar o cerrar casos polémicos de golpe. Algo que sucedió en el caso Ayotzinapa o hace unos días, con el trato del gobierno veracruzano al asesinato de la hija de una diputada federal.
Además, se busca que las cárceles dejen de ser hogares para grupos criminales que abusan del resto de los prisioneros. Varios centros penitenciarios del país sirven como bodegas para la venta de drogas, en donde se tiene el apoyo de las autoridades y de los guardias penitenciarios, lo que ha provocado una libre venta y asesinatos dentro de las prisiones nacionales. En México existen alrededor de 200 mil personas encerradas en 450 reclusorios esparcidos por todo el país, por lo que la dignificación de estos espacios será una labor titánica para el gobierno obradorista.
Para que esto funcione, Obrador deberá terminar de tajo con la corrupción dentro de las cárceles. Mucho de esto problema empieza con los directores de cada reclusorio y la cadena de impunidad se esparce por prácticamente cada responsable de la seguridad dentro de muchos de ellos. Por lo tanto la limpieza debe ser mucho más profundo que lo que se hace actualmente. El nuevo gobierno también busca separar a los imputados de los sentenciados, para evitar agresiones, extorsiones o amenazas, incluso muertes.
La gran queja de la mayoría de personas que están o han estado en prisiones mexicanas es el trato inhumano que reciben. En principio, Obrador asegura que se mejorarán las condiciones de alojamiento para evitar sobrepoblación carcelaria, se brindará mejor servicios de salud y alimentación a los presos mexicanos, además de garantizar los derechos humanos de cada detenido en el país. Sobretodo se hizo hincapié en el caso de las mujeres recluidas en México, que tiene que pasar por un doble infierno de abusos al entrar a una prisión.
