El virus Pegasus fue enviado a dos colegas de Javier Valdéz después de su asesinato | BREAKING

El virus Pegasus fue enviado a dos colegas de Javier Valdéz después de su asesinato

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Dos días después de que el periodista mexicano Javier Valdez fue asesinado, dos de sus compañeros del semanario Río Doce, fueron víctimas de un intento de hackeo en sus celulares a través del programa espía Pegasus.

De acuerdo con información publicada por The New York Times, se trató de seis mensajes que Ismael Bojórquez, cofundador de Río Doce, y Andrés Villarreal, director de noticias, recibieron entre el 17 y el 26 de mayo de 2017, cuyo contenido era un texto y unos enlaces a la infraestructura del malware Pegasus.

El primer mensaje que llegó al celular de los periodistas fue un texto que afirmaba que los homicidas de Javier Valdez habían sido detenidos.

Sin embargo, la reacción de Bojórquez y Villareal fue de sospecha, dado que la mayoría de los ataques contra periodistas en México no se investigan y continúan impunes, además de que los enlaces falsos eran atribuidos a medios como UNO Noticias, La Jornada, y a un dominio apócrifo del portal Animal Político.  

Todos estos datos fueron dados a conocer mediante un informe elaborado por Citizen Lab, de la Universidad de Toronto, el cual confirmó que los mensajes estaban infectados del programa espía Pegasus, que el Gobierno de Enrique Peña Nieto compró a la empresa vendedora de armas cibernéticas israelí NSO Group.

¿Qué es el programa Pegasus?

El programa Pegasus es desarrollado y comercializado por NSO Group, el cual es vendido bajo la condición de que debe ser utilizado únicamente contra “terroristas y delincuentes.”

Dicho programa fue adquirido en 2013 por el Gobierno de Enrique Peña Nieto, el cual según el reporte de Citizen Lab, ha sido utilizado para espiar a periodistas, defensores de derechos humanos y activistas anticorrupción.

Un clic al enlace de los mensajes, hace que Pegasus infecte los dispositivos, el cual da acceso a los mensajes encriptados, correos electrónicos, y tiene la capacidad de activar la cámara y el micrófono de manera remota.

Esta es la segunda ocasión que The New York Times da a conocer las actividades de espionaje que el gobierno realiza contra periodistas y activistas, dado que en febrero del 2017 se evidenció que abogados del Centro de Derechos Miguel Agustín Pro Juárez e integrantes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Internacionales (GIEI), habían sido atacados por el programa.

Citizen Lab confirmó que durante el último año y medio por lo menos una veintena de periodistas, activistas y representantes de organizaciones de la sociedad civil han sido blancos de espionaje. Esto a pesar de que el mismo gobierno tiene una “investigación” abierta por estos casos.

Violencia y espionaje contra periodistas

El diario estadounidense reconoce al portal Río Doce y Javier Valdez como unos de los representantes más importantes del periodismo independiente del país, por su labor de informar en temas relacionados con violencia y grupos del narcotráfico.

Valdez tenía 50 años y fue asesinado a tiros el 15 de mayo del 2017 en la ciudad de Culiacán, en el estado de Sinaloa.

El periodista mexicano era reconocido por sus trabajos en temas de narcotráfico, y además de laborar en Río Doce, también se desempeñaba como corresponsal de La Jornada. Sumado a que es autor de los libros Narcoperiodismo; Levantones; Con una granada en la boca; y Huérfanos del narco.

En el 2011 fue reconocido con el Premio Libertad de Prensa del Comité para la Protección de Periodistas, y el María Moors Cabot con el equipo del semanario Río Doce.

“Pensábamos que un periodista tan prestigioso como Javier era intocable. Cuando mataron a Javier, entendimos que podían matar a cualquiera. Entendimos que el paradigma se había roto”, declaró Ismael Bojórquez, cofundador de Río Doce, en entrevista para el diario.

De acuerdo con la investigación, la muerte de Javier Valdez y los intentos de ciberataque a quienes lideran los medios independientes, marca dos de los riesgos más “devastadores” para la libertad de expresión en México.

En primera instancia están las amenazas físicas a los periodistas: durante el sexenio de Peña Nieto han sido ultimados 47 comunicadores, de los cuales 15 sucedieron en mayo del 2017, incluida la agresión contra Valdez.

Mientras que el segundo riesgo es que para “quienes ejercen el periodismo en México es una fase distinta, pero vinculada del Estado de Derecho”, haciendo referencia a la impunidad “casi absoluta” que existe en el uso ilegal del un programa espía para intimidar a los comunicadores.

Datos de la organización Artículo 19 señalan que el 99.2% de los delitos contra periodistas están sin investigación y sin castigo, incluido el de Valdez. En tanto que el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) en su última entrega señala que 9 de cada 10 periodistas que han sido asesinados, fueron agredidos en naciones con altos niveles de corrupción, mismos lugares en donde al menos un comunicador es agredido cada semana.

Lee el reportaje completo en The New York Times


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