¿Cómo le hizo AMLO para convencer a las mayorías en su tercer intento? | BREAKING

¿Cómo le hizo AMLO para convencer a las mayorías en su tercer intento?

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Esta es la tercera vez que Andrés Manuel López Obrador es candidato a la presidencia de la República. En la plaza de Guadalajara lo recibieron miles de personas, en la capital de Jalisco, muchos habían rechazado su plataforma por considerarla radical. Pero esta vez fue recibido con aplausos lo que mostró el giro que había tomado la situación política y sus propuestas, informó The New York Times.

En sus discursos, Obrador siempre menciona que: «Nuestra lucha tiene como antecedentes a las tres grandes transformaciones que ha registrado la historia de nuestro país: la Independencia, la Reforma y la Revolución». Asegura que esta será la cuarta.

En gran medida, el mal gobierno del sexenio de Enrique Peña Nieto ha ayudado a López Obrador a posicionarse como la mejor opción. La corrupción y la violencia han desgastado a la sociedad. Casos como el de los de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, la Casa Blanca de la esposa del presidente y el espionaje a periodistas y activistas, contribuyeron al desgaste político del PRI.

Obrador ha sido enfático en sus discursos que va a apoyar a los pobres, la clase olvidada por los políticos mexicanos, lo que le ha logrado dar una ventaja. Durante su carrera política se ha enfocado en dos temas principales: pobreza y corrupción, lo cual resulta atractivo para las masas. Asimismo, ha prometido disminuir su sueldo y también el de otros grandes funcionarios del gobierno. Su propuesta principal es combatir la corrupción y utilizar ese dinero para apoyar a programas sociales, cifra que ha calculado en alrededor de 20 mil millones de dólares al año, pero cuya fuente es incierta.

Las similitudes de Trump y Obrador

Las encuestas indican que él será el ganador de las próximas elecciones, de ser cierto, sería el líder de izquierda a cargo del segundo país más grande de Latinoamérica por primera vez en décadas, apunta The New York Times. Aunque las propuestas del tabasqueño no han cambiado desde el inicio de su carrera, sí lo ha hecho el clima político del país. Se espera que 40 por ciento de los votantes sean jóvenes, quienes en su mayoría han mostrado su apoyo al candidato.

Una de las dificultades del nuevo presidente será enfrentar a Donald Trump, quien ha llevado las relaciones de México y Estados Unidos a su nivel más bajo en años. A pesar de esto, López Obrador ha sido moderado y ha adoptado una postura pragmática frente a Trump. Ha aseverado que se mantendrá una buena relación con Estados Unidos ya que es indispensable.

De hecho, ambos han sido comparados por tener ciertas similitudes, según The New York Times: «ambos hombres fustigan a sus críticos y a quienes perciben como enemigos. Ambos sospechan de la prensa y ponen a prueba su poder. Un sentido de nacionalismo y de nostalgia por un pasado perdido son parte central de sus plataformas y su atractivo».

La diferencia más importante es que Obrador tiene una ideología de izquierda, incluso ha opinado que el Tratado de Libre Comercio es una parte importante en el sustento de México. Dijo que: «los brasileños y los franceses pueden pelear con Estados Unidos, pero México, por razones geopolíticas, simplemente no podemos«.

Un movimiento donde caben todos

Aunque Obrador sea de izquierda, en su movimiento ha conjuntado a sindicatos, conservadores de extrema derecha, grupos religiosos, tradicionales de izquierda y hasta a funcionarios que han sido acusados de corrupción. Algunos ven en esto una contradicción, pero otros lo ven como un lado pragmático característico de este líder.

Sus principales detractores han dicho que cuando fue jefe de Gobierno de la Ciudad de México no logró erradicar la corrupción a pesar de su popularidad. Sin embargo, al finalizar su administración tenía al menos 80 por ciento de aprobación, aunque la presidencia se veía cercana, el PAN logró pintarlo como una amenaza para el país en las elecciones del 2006.

También critican su temperamento arrogante, así como su autoridad moral determinante que podría confrontarlo con las instituciones de gobierno. Asimismo, opinan que su confrontación con los medios es en gran medida porque no sabe recibir críticas. De alguna medida, lo que ha construido en últimos años es algo que se parece al viejo PRI, concluye The New York Times.

Lee el análisis completo en The New York Times.