Peña Nieto prometió «mover a México»… pero no se avanzó en absoluto
El presidente Enrique Peña Nieto no cumplirá con todas las obras que prometió en su Programa Nacional de Infraestructura. Pero las que se construyeron están plagadas de ineficiencia, problemas administrativos y corrupción. Mientras que otras simplemente fueron canceladas.
“No hay claridad en muchos de los rubros de la infraestructura, de cómo vinculan los proyectos en una estrategia nacional y cómo vinculan los objetivos de la administración con los rubros de gasto, desempeño y avances físicos”, explica Enrique Soto, profesor investigador de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El especialista dijo en entrevista con Sin Embargo que en esta administración se hicieron una gran cantidad de obras, pero muchas de las que se concluyeron o que apenas comenzaban, presentaron inconsistencias presupuestarias y generaron conflictos sociales.
«Todo ello exhibió la falta de planeación del gobierno federal», afirma Soto.
Con él coinciden los especialistas de México Evalúa, quienes en el estudio Ojos a la Obra, señalan que los proyectos presentan problemas crónicos en los procesos de contratación, mismos que facilitaron los actos de corrupción.
Al principio de sexenio se plantearon 10 obras de calado que impulsarían el desarrollo económico del país, que al final están mal planeados o que fueron un escándalo.
La primera y más sonada es el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), que ya fue cancelado por el gobierno entrante de Andrés Manuel López Obrador.
Al realizar los concursos para las contrataciones, el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) tardó hasta 142 días cuando debía hacerlo en 81. De igual manera, el costo de la obra se elevó 68%, al pasar de 168 mil 881 millones de pesos a 285 mil millones de pesos.
El Paso Exprés de Cuernavaca tuvo un sobre costos de 73% y el gobierno terminó pagando más de dos mil millones de pesos, ademas de licitaciones plagadas de irregularidades, que se descubrieron luego de que dos personas murieran en el socavón que se abrió.
Una de las obras prometidas por Peña Nieto fue la Refinería Bicentenario en Hidalgo, que inició en el gobierno de Felipe Calderón y fue cancelada en esta administración, pese a que se destinaron 3 mil 400 millones de pesos.
El Canal Centenario de Nayarit fue u proyecto al que se le invirtieron mil 300 millones de pesos y tuvo un avance 11%, aunque al final el gobierno decidido cancelarla
Otras obras que tampoco vieron la luz fueron el Tren Transpeninsular de Yucatán y el tren México-Querétaro, los cuales fueron cancelados en 2015. Ésta última obra generó un problema diplomático con China, ya que el gobierno mexicano incumplió con el contrato.
Las líneas 3 y 4 del metro de Monterrey también tuvieron problemas. La primera comenzará a funcionar el próximo año, aunque debía estar lista en 2015, y tuvo un sobrecosido de mil 200 millones de pesos; la segunda simplemente no se construyó.
Las tres mega obras de Puebla representan las fallas de planeación del gobierno de Peña Nieto: el Libramiento de la carretera la Galarza-Amatitlanes, el Periférico Ecológico y su intersección con Atlixco y el proyecto pendiente del Transporte Masivo de La Cuenca Norte-Sur, todas con un retraso de más de un año.
La Red Compartida –cuyo objetivo es conectar al 80% de la población– tampoco ha concluido, mientras que el Tren Interurbano México-Puebla tardará por lo menos un año más.
Pero eso no es todo. De los compromisos que Peña Nieto no va a cumplir –pese a que los firmó ante notario– 25 son de construcción de puentes y carreteras; 13 de proyectos hidráulicos y de drenaje; ocho de obras en puertos y aeropuertos; cinco de proyectos en transporte público; cinco mas de recuperación de áreas e inmuebles; así como tres de obras ferroviarias y tres de hospitales.
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