Peña Nieto vivirá en el Estado de México durante el gobierno de AMLO
Después de la victoria aplastante de Morena, surgió una pregunta obligada para el priísmo nacional: ¿Peña Nieto se iría del país después del triunfo de la izquierda y la derrota de su partido? El mexiquense no quiso dar declaraciones sobre su futuro hasta que se sintió cómodo en el informe de gobierno de su primo y prometió no dar molestias cuando viva en el Estado de México.
En esta zona del centro de México es en donde Enrique Peña se forjó como político. Miembro clave del grupo Atlacomulco que lo puso en el poder presidencial, el presidente priísta no ve otra salida que regresar al estado en donde gobernó antes de lanzarse por la presidencia del país. Asegura que ama a su tierra y que no se irá a vivir al extranjero, como llegó a pensarse y como han hecho algunos expresidentes.
En compañía de su primo Alfredo del Mazo, gobernador del Estado de México, el presidente mexicano agarró la confianza para declarar que su futuro estará marcado por la tranquilidad, el trabajo en favor de los mexiquenses y un sutil silencio sobre las acciones del próximo gobierno de izquierda.
Peña ha dejado claro que solamente en Toluca se siente cómodo y que ahí piensa pasar los días. Todo esto a pesar de que la nueva legislatura está generando acciones para investigar a los personajes más polémicos de su gabinete por desvíos millonarios de recursos, en donde incluso el presidente podría verse involucrado. Hay que recordar que el Estado de México es la última fortaleza que mantiene el PRI después de una temporada electoral en donde perdieron prácticamente todo.
Cuando se le ha preguntado a qué se dedicará ahora que se le negó la posibilidad de una pensión vitalicia, Enrique Peña sonríe al comentar que estará buscando ser maestro o servir al campo mexicano, quizá una notaría pública, un sueño que asegura siempre ha querido cumplir. Pero también ha dejado claro que al contrario de Vicente Fox o Felipe Calderón, él no pretende ser un crítico de la actividad política posterior a su mandato.
Para los últimos meses de su sexenio, al mexiquense se le ha visto más suelto en sus respuestas. En entrevista se ha salido de su papel de mandatario federal y ha empezado a abandonar el personaje televisivo acartonado para soltar ciertas verdades que se tenía guardadas. Peña aseguró en televisión que su gobierno pasó momentos malos con el descubrimiento de su mansión millonaria, además de vivir una crisis de credibilidad con el tema de Ayotzinapa.
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Pero también ha tenido tiempo para mostrarse tranquilo y asegurarle a los padres de los estudiantes desaparecidos que sus hijos probablemente fueron quemados en un basurero. Este Peña Nieto más suelto solamente puede generarse al término del mandato más complejo de su carrera política. El golpe del sexenio no solamente se le ve en el rostro, también en su discurso. Peña Nieto ha asegurado que abandonará por completo la política, una actividad que le pasó por encima en un sexenio plagado de escándalos de corrupción.
López Obrador, su sucesor en la silla presidencial, ha mantenido una actitud de paz con Peña, después de años de criticarlo. Asegura que no irá detrás de políticos famosos, lo que puede ser un guiño para asegurarle a Enrique Peña Nieto una vida tranquila en uno de los estados más violentos y pobres del país. Para la vida de lujos que acostumbró el priísta, el Estado de México mantiene altos índices de criminalidad, feminicidios y corrupción. Ahí es donde quiere vivir Enrique Peña, bajo el gobierno de su primo.
