En Estados Unidos se podrán hacer armas en impresoras 3D a partir de Agosto
A muchos norteamericanos les fascinan las tardes con olor a pólvora. Después de años de supremacía en el negocio de las armas, los estadounidenses están adaptándose a las nuevas tecnologías y en el mes de agosto podrán imprimir sus propios arsenales. La tecnología de impresión 3D ha sido aprovechada por los colectivos entusiastas de las armas y será un hecho que las armas caseras de plástico abunden en los hogares de Estados Unidos.
Esta noticia generó dos reacciones inmediatas: alegrías y temores. Muchos de los entusiastas de los cartuchos y silenciadores pretenden elevar la seguridad de sus hogares o su colección de armas de fuego con la permisividad nacional para imprimir pistolas. Por el otro lado, se eleva la tensión en zonas de alto riesgo en el país del rock and roll. Para miles de norteamericanos, la impresión de armas desde casa solamente hará más difícil la vida en el país con más tiroteos civiles en la historia.
Uno de los modelos más famosos de arma para imprimir es la pistola de un solo disparo “the liberator”. Fue creada por un joven estadounidense y el plano para imprimirla podrá compartirse públicamente el próximo mes en todo Estados Unidos. La idea es la de crear un artefacto letal sin pasar por los permisos y revisiones de las tiendas de armas en la nación de Donald Trump. Durante la presidencia de este último, el fervor por el nacionalismo se dejó ver en un aumento tremendo en la venta de armas norteamericanas. Para la mayoría de sus votantes, un país más armado es un país más seguro.
Con the liberator se puede obtener un arma hecha con 90% de partes plásticas impresas con tecnología 3D. La intención es solamente recurrir a una empuñadura tradicional para unir las más de 16 partes que el plano ordena a la máquina de impresión 3D para hacerse con un arma liviana, efectiva y letal. El único requisito que el gobierno le ha impuesto a esta arma es una parte diminuta de metal para poder ser ubicada por los detectores de metal en zonas como aeropuertos o recintos privados. Si se logra retirar este trozo, el arma 3D podría pasar desapercibida por los detectores.
Durante los últimos años, Estados Unidos ha vivido una crisis de tiroteos masivos. El 2012 fue particularmente sangriento. Se sumaron 16 ataques civiles armados en contra de ciudadanos norteamericanos, por lo que se ganó el título de “el año de la pistola”. La principal crítica es la enorme facilidad con la que una persona puede adquirir legalmente un arma, sin pasar por exámenes rigurosos sobre el uso que le dará al proyectil ni su salud mental. Esto ha derivado en muertes de inocentes a manos de personas fuertemente armadas.
Hey remember that time this scrub congressman couldn’t stop me? https://t.co/Ps9gk7Co4R
— Cody R. Wilson (@Radomysisky) July 18, 2018
La preocupación de los grupos anti-armas en Estados Unidos es que el plano general sea utilizado en todo el mundo. Con la inmediatez para enviar archivos por internet, fácilmente una persona de Argentina, Rusia o Japón podría imprimir un arma letal en cuestión de horas. Y desde su casa, sin que el gobierno se entere. Con esto, se podría caer en el negocio de las “armas fantasma”, es decir, todo artefacto que no tiene un número de serie para rastrearse, lo que haría mucho más difícil llevar un control de quién posee armas de fuego.
El gobierno de Estados Unidos permitirá que pueda imprimirse the liberator y otras armas que los ciudadanos del país diseñen y publiquen en internet. Por el momento, ya se pueden imprimir en 3D distintos aditamentos para rifles, armas largas y metralletas. Lo que se concederá con este permiso es incrementar la creatividad de los amantes de las armas en un país que no solamente las permite, sino que también promueve su uso.