Decir primera dama es clasista, todas somos importantes: Beatriz Müller
La figura de la primera dama nacional ha sido una tradición en México. Las esposas de los presidentes siempre han sido elogiadas como figuras llenas de cariño que ocupan cargos y papeles secundarios durante el sexenio de sus esposos. En tiempos modernos, esta figuras están obteniendo una voz propia y en México esto ya está sucediendo.
Desde que Vicente Fox ganó la elección en el 2000, el papel de su esposa, Marta Sahagún, fue mucho más mediático y participativo que otras primeras damas. Con Felipe Calderón, las cosas se calmaron de nuevo y Margarita Zavala quedó relegada a un papel secundario. A la llegada de Peña Nieto al poder, su esposa empezó a aparecer en revistas de sociales, entrevistas sobre su estilo de vida y una sesión de fotos sobre Angélica Rivera develaron la polémica Casa Blanca de Enrique Peña Nieto.
Para este 2018, a la figura de primera dama podrían llegar cuatro perfiles distintos. Beatriz Gutiérrez Müller es la esposa del candidato puntero y consideró en entrevista que esta figura de primera dama es un concepto clasista que debería eliminarse de inmediato. Para la doctora en Letras, este tipo de títulos privilegian a una sola mujer por encima de todas las demás.
#NoVendasTuVoto ni tu dignidad. Queremos #elecciones #limpias. Ojo @INE con el voto corporativo que están promoviendo algunos.
— Beatriz Gutiérrez Müller (@BeatrizGMuller) May 28, 2018
“En México no queremos que haya mujeres de primera ni de segunda, no queremos hombres de primera ni de segunda. Con todos respeto a las que han ocupado este encargo, decir primera dama es algo clasista, todos somos importantes, y es la suma de voluntades la que construye un gran país”, comentó en Veracruz, durante una gira de su esposo.
Las intenciones de un posible gobierno de López Obrador están marcadas con cambios de tajo a la política oficial. El matrimonio no piensa vivir en Los Pinos, consideran que es necesario rebajar sus sueldos y, en el caso de la figura de la primera dama, Müller tampoco pretende ser solamente la encargada del DIF nacional.
Ninguna vitamina es más poderosa que el amor. Dedico esta canción a quienes se entregan en cuerpo y espíritu a trascender con el corazón palpitando, por las mejores causas.https://t.co/flx5QtusrJ
— Beatriz Gutiérrez Müller (@BeatrizGMuller) May 23, 2018
Esta designación ha sido criticada en los últimos años, ya que darle un puesto tan importante a una persona por el simple hecho de estar casada con el presidente es algo irresponsable. Una dependencia como el DIF es algo realmente importante que debería tener en su cabeza a una persona capaz y con historial en el cargo, no a alguien que, generalmente, no cuenta con la capacidad ideal para el trabajo.
Gutiérrez Müller no se ha pronunciado sobre si aceptará dirigir o no al DIF nacional en caso de que su esposo gane las elecciones presidenciales el próximo mes. Lo cierto es que una revisión a las primeras damas de México nos enfrentan a perfiles que no son aptos para coordinar una institución dedicada al desarrollo familiar en México.
Lo cierto es que la escritora y periodista aseguró que el papel de la esposa del presidente no debe ser la de una “sombra complaciente”. Su intención, dice, es la de asegurar que las mujeres en México no estén sometidas a este tipo de títulos innecesarios que solamente dividen. Afirma que es necesario impulsar la imagen de la mujer trabajadora y activa para el país.
Por el momento, Müller es la esposa de los presidenciables con más trascendencia laboral y académica. Incluso por encima de su marido.