Continúa experimento del UBI en Finlandia, México necesita su propio piloto
El Ingreso Básico Universal (UBI por sus siglas en inglés) es un pago mensual incondicional que se le da a los ciudadanos de un país, es un concepto que existe desde hace varias décadas pero no se ha implementado aún, sin embargo, se realizan experimentos para ver sus consecuencias en diversas partes del mundo. Los que lo apoyan ven en esta opción una manera de acabar con la pobreza, mientras que sus detractores opinan que acabaría con el incentivo de trabajar.
Algunos medios han manejado que el proyecto de IBU en Finlandia fracasó, no obstante, las autoridades finlandesas han desmentido esta información. Según The Independent, el programa no será cancelado y continuará hasta finales de 2018, ya que el experimento solo tenía una duración de dos años. No se sabrán los resultados hasta el 2019, aunque académicos opinan que el tiempo fue muy corto para tener datos confiables.
Los resultados no serán concluyentes
El programa inició el año pasado, cuando se seleccionó aleatoriamente a un grupo de 2 mil personas desempleadas, entre 25 y 58 años, para recibir 560 euros mensuales durante dos años. Es decir, solo se consideró a un pequeño porcentaje de la población, además de un tiempo muy corto. En este sentido no es realmente un IBU, ya que solo se aplicó a las personas sin trabajo.
A favor de este plan se ha dicho que ayudará a las personas desempleadas a buscar trabajos de salarios bajos y no quedarse solo con los beneficios de un programa social de desempleo. Según The New York Times: «muy pronto fue claro que el Partido Central, quien lidera a la coalición, no tenía intención de experimentar realmente con el IBU, ya que esto hubiera requerido conducir un estudio más grande y más largo, como recomendaron muchos académicos».
Incluso, Olli Kangas, un experto que trabajó en este programa aseguró que: «dos años es un periodo muy corto de tiempo para hacer conclusiones. Deberíamos tener más tiempo y más recursos para alcanzar resultados confiables».
Que no le digan que no le cuenten, el experimento finandés de Ingreso Básico Universal (que ni era universal) no ha fracasado. Es más todavía ni acaba, en 2019/2020 sabremos si fue exitoso o no. No anden de inventadas. https://t.co/B1GQoq3Mo0
— Javier Berain (@javierberain) April 26, 2018
En Finlandia existen diversos programas sociales, lo que ha logrado que este país tenga una de las menores tasas de desigualdad y pobreza en el mundo. Por ejemplo, universitarios reciben un estipendio 250 euros al mes, además de que los ciudadanos finlandeses no pagan colegiaturas. En una encuesta reciente, 51 por ciento de las personas de este país dijeron que estaban de acuerdo con el IBU, contrario a solo el 21 por ciento que lo consideró mala idea.
En Kenya se está llevando también un experimento sobre el IBU. 300 villas se dividieron en cuatro grupos, el primero recibirá el IBU durante 12 años, el segundo solo por dos años, el tercero recibirá una suma determinada de dinero una única vez y el cuarto es el grupo de control. Éste es un ejemplo de cómo se han planeado distintos modelos en otras partes del mundo, con más tiempo de prueba. Ninguno tiene aún resultados concluyentes porque les hace falta tiempo.
Podría funcionar en México
En México, el candidato Ricardo Anaya ha manejado el IBU como una de sus propuestas, asegurando que es una manera de «erradicar la pobreza extrema en el país». No ha explicado cómo funcionaría en México el modelo de llevarse a cabo, si sería para todos los mexicanos o sólo los que estén en pobreza extrema, o si sería inmediato o progresivo.
En la Constitución de la Ciudad de México ya se considera un «mínimo vital» ya que el PRI y el PAN se opusieron a la figura del IBU, lo que muestra cierta incongruencia en la propuesta de Anaya. Según información de El Economista, el Fondo Monetario Internacional (FMI) también había hecho consideraciones de instaurarlo en México para combatir a la pobreza y ante un escenario de desempleo global para combatir la automatización.
Diputados de Morena presentaron en 2016 una propuesta del IBU por etapas para desarrollarlo en 20 años. Este serviría para cubrir las necesidades alimentarias de cada persona, por lo que el concepto cambia de IBU a ICUA (Ingreso Ciudadano Universal Alimentario) e investigadores consideran que el pago sería de mil 800 pesos mensuales. Esto es el costo de la canasta básica alimentaria más el costo de preparación de los alimentos, de esta manera se acabaría con la pobreza extrema.
En la primera fase se consideraría a los adultos mayores y niños menores de 8 años. La segunda abarcaría a las personas entre 8 y 17 años. Ya en el tercer quinquenio los beneficiarios serían las mujeres entre 18 y 64 años y por último los hombres en este mismo rango de edad. Programas sociales como Prospera irían desapareciendo gradualmente. Oxfam México también recomendó llevar a cabo un programa piloto en el país para evaluar si disminuye la pobreza y la desigualdad.
Con información de The Independent, El Economista y The New York Times.