El castigo corporal contra niños y niñas todavía está permitido en leyes mexicanas
Los niños de México están expuestos a la violencia, no solo a la del crimen organizado, sino a la que existe en sus propias casas. Las leyes mexicanas los desprotegen ya que solo tres estados prohíben el castigo corporal: Ciudad de México, Zacatecas y Chiapas. Sin embargo, otros estados incluso lo permiten si el agresor tenía una «emoción violenta» o porque es «su derecho a corregir».
Desde 1990, México se comprometió a que sus leyes siguieran la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, sin embargo no ha realizado estas modificaciones ni a nivel federal ni estatal. Al menos 11 códigos estatales permiten las agresiones si son cometidas por un familiar en línea directa y si no son realizadas con dolo, o que se comentan sin estar bajo el efecto de alcohol o drogas. Tal es el caso del artículo 321 bis del Código Penal Federal y este párrafo se replica casi igual en los códigos de Baja California Sur, Chiapas, Morelos, Chihuahua, Nuevo León, Tlaxcala, Zacatecas, Michoacán, Guerrero y Ciudad de México.
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La letra con sangre entra
Otros ocho códigos contemplan que si el agresor tuvo una «emoción violenta» entonces hay un atenuante, lo que reduce el castigo a la mitad. Por ejemplo, el Código Penal de Baja California en su artículo 142 especifica que existe emoción violenta cuando: «en virtud de las circunstancias que desencadenaron el delito, se atenúa en forma considerable y transitoria» la capacidad del agresor para reflexionar sus acciones. Este atenuante está considerado en los códigos de Guerrero, Tabasco, Estado de México, Coahuila, Michoacán, Campeche y Ciudad de México.
Los asistentes de la Reunión Interamericana sobre Castigo Corporal contra niños, niñas y adolescentes señalaron que existe la creencia de que es necesario castigar físicamente a los niños como parte de su educación. Esta creencia está institucionalizada en el Código Penal de Hidalgo y Sonora, donde se establece que la lesión es «parte del derecho de corrección» y no causa penalidad. Según el Código de Hidalgo: «no son punibles los golpes inferidos en el derecho de corregir, siempre y cuando no sean una forma habitual o reiterada de ejercerlo» y no causen daños a la salud.
Solo Guanajuato y Chiapas han hecho caso de la Convención de la ONU porque prohíben expresamente el castigo corporal. Ricardo Bucio, secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes (Sipinna) dijo a Animal Político que: «la ley dice que los padres deben abstenerse de ejercer violencia, pero esto es como decir que se prohíbe el homicidio y que las personas deben abstenerse en lo posible de asesinar a alguien. Es lo mismo, da la posibilidad y queda sujeto a la interpretación legal o judicial».
Los derechos de los niños
La Constitución en su artículo cuarto dicta que en todas las decisiones «del Estado se velará y se cumplirá con el principio del interés superior de la niñez, garantizando de manera plena sus derechos«. Al no estar armonizadas ni las leyes estatales ni federales se está contraviniendo no solo a la Convención de los Derechos de los Niños, sino también a la Constitución Mexicana.
En tus manos esta, luchar contra el maltrato infantil para concientizar sobre las consecuencias en #NNA.#DíaInternacionalContraElMaltratoInfantil pic.twitter.com/HnuyEqv1qk
— SIPINNA Edomex (@SIPINNAEdomex) April 26, 2018
Según Ricardo Bucio, en diciembre pasado las autoridades se comprometieron en la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) de enviar a los congresos estatales propuestas para prohibir el castigo corporal en todas las entidades, dicho proceso debería quedar listo antes de fin de año. No obstante, al firmar la Convención de los Derechos de los Niños, todos los infantes están protegidos bajo esta ley internacional y se debe cumplir por encima de las leyes mexicanas.
En la reunión del Día de la lucha contra el maltrato infantil, celebrada el 25 de abril, se concluyó que América Latina es la región más violenta para niños, niñas y adolescentes ya que 40 por ciento de los homicidios de menores de 18 años a nivel mundial ocurren ahí, principalmente en Brasil, México, Venezuela y Colombia.
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