Pacientes sufren por los recortes al sistema de salud en el gobierno de Peña Nieto
Entre 2012 y 2016 el gasto en salud por persona se redujo 4% en los servicios públicos de salud, lo que significa un incremento en el gasto de bolsillo de los pacientes para cubrir los gastos en fármacos y atención médica. Pero además, impacta en el número de usuarios que puedan atender las instituciones públicas.
Una investigación del Centro de Investigaciones Económicas y Presupuestarias (CIEP) revela que durante la administración de Enrique Peña Nieto el gasto per cápita ha ido disminuyendo debido a los recortes que ha hecho el gobierno federal en materia de salud.
En 2012, al inicio del sexenio, el gasto destinado a cada uno de los afiliados a cualquier sistema de salud era de tres mil 826 pesos. Pero conforme avanzó el sexenio, la cifra ha ido disminuyendo y para 2018 se prevé que el gasto solo sea de tres mil 615 pesos.
Esto significa que el gobierno redujo el gasto por cada paciente en 211 pesos, lo que significa una disminución de 5.5% en los últimos seis años.
La reducción del gasto que se ha destinado a los pacientes está relacionada con el presupuesto que destina el gobierno federal a la Secretaría de Salud y que se ha venido contrayendo en los últimos años gracias a los recortes que ha impuesto.
Por no solo han sido los recortes. El interés del gobierno por incrementar el número de afiliados también ha provocado que disminuya el dinero destinado a cada mexicano.
En los últimos años, el IMSS reconoció que a 63 millones de personas afiliadas y siguen aumentando conforme avanza el programa de empleos formales que tiene el gobierno. En el caso del Seguro Popular, la afiliación masiva de personas a través de los distintos programas sociales también ha generado aumentos significativos en el número de pacientes, y por lo tanto una disminución en el gasto destinado a ellos.
No obstante, el dinero no se reparte de manera equitativa entre los distintos sistemas de salud que existen en el país para atender a los mexicanos.
Los derechohabientes del IMSS, ISSTE, Sedena, Secretaría de Marina y Pemex tienen mayores recursos para ser atendidos, siendo los afiliados de las Fuerzas Armadas y los de la paraestatal petrolera los más beneficiados con el presupuesto que se les destina cada año, incluso con el recorte de casi 50% que tuvieron en tan solo cuatro años.
Recortes impactan gasto de pacientes
Los recortes del sistema de salud mexicano ha afectado la atención que los pacientes reciben: saturación de clínicas y hospitales, estudios médicos con fechas de hasta tres meses, desabasto de medicamentos, insumos insuficientes, falta de médicos y otras tantas decenas de problemas a los que se enfrentan los usuarios todos los días.
Ante todas estas carencias, los usuarios han optado por usar dinero de sus bolsillos para cubrir sus gastos médicos, lo que significa que el Estado no es capaz no atender las demandas en este rubro para los mexicanos y éstos tienen que gastar de sus recursos para cubrir dichas demandas.
Sin embargo, este gasto significa muchas veces la mitad de lo que destina el gobierno federal en el presupuesto, por lo que podemos deducir que el recurso ni siquiera se está gastando como se debe.
Y al revisarlo por institución, podemos observar que los más afectados son los afiliados al Seguro Popular, que además resultan ser las personas con menos ingresos económicos las que desembolsan dinero para atender sus problemas de salud.
La atención en servicios particulares de miles de los afiliados a estos servicios ha provocado que disminuya el número de personas que acudan a las instituciones públicas.
“El gasto por usuario, en promedio, presenta un incremento de 120% de 2012 a 2016 como resultado de un menor número de personas usuarias de las instituciones y programas de salud”, señala el estudio.
El número de personas que usaron las instituciones o programas de salud se redujo en 12 %, esto es 5.6 millones de personas menos de 2014 a 2016. Mientras que en 2014, 46.5 millones de personas reportaron haber usado los servicios de salud de las instituciones o programas de salud, en 2016 solo 40.8 millones de personas reportaron su uso, esto es casi seis millones de usuarios menos.
Esto a su vez, generó que haya más recursos para las personas que se atiendan en ellas, aunque en realidad esto es relativo, pues a pesar de que supuestamente hay más recursos para ellos, las carencias siguen presentes.
En la siguiente tabla se puede ver cómo se incrementan los recursos considerablemente cuando los usuarios afiliados dejan de ejercer el derecho a la salud que les debe garantizar el Estado.
“El cálculo del gasto por usuario confirma los resultados obtenidos en investigaciones anteriores, el número de usuarios del Sistema Nacional de Salud se ha reducido, lo cual ha provocado que, los mexicanos que ejercen su condición de derechohabiencia a través del uso del servicio, logran absorber una cantidad per cápita mayor a la que habrían recibido años atrás”, dice el estudio.