Camioneta Nissan en la que viajaba Marichuy no es segura: El Poder del Consumidor
Las camionetas Nissan modelo Urvan, como en la que viajaban la aspirante a candidata independiente a la Presidencia, María de Jesús Patricio Martínez, y su comitiva no pueden venderse en Estados Unidos, Europa y Japón debido a lo inseguras que son.
La organización El Poder del Consumidor señaló en un comunicado que dicho vehículo no cuenta con el Sistema Electrónico de Estabilidad (ESC), que reduce hasta 74% las volcaduras y que es un requerimiento obligatorio en distintas naciones.
En las distintas versiones que se venden de esta camioneta, hay algunas que no cuentan con frenos ABS, los cuales permiten detener el vehículo en casi todo tipo de terrenos y dan mayor estabilidad al auto.
Además, otras no cuentan con cinturones de seguridad de tres puntos, mismos que sujetan a los pasajeros por el torso, la cintura y la cadera, reduciendo significativamente la posibilidad de que los ocupantes mueran en un accidente, sobre todo en una volcadura.
Las bolsas de aire vienen incompletas en las distintas versiones que se comercializan de esta camioneta. Las pocas versiones que sí cuentan con ellas tienen solo una para el conductor, a pesar de que este dispositivo de seguridad disminuye la gravedad de las lesiones en caso de un siniestro.
La información sobre los problemas de seguridad que tiene Nissan Urvan se da a conocer un día después de que la camioneta en la que viajaba la aspirante a candidata presidencial, conocida como Marichuy, y la comitiva del Concejo Nacional Indígena y el Congreso Nacional Indígena – viajaban ambos grupos- tuviera un accidente en la carretera transpeninsular en Baja California Sur.
En el accidente murió una mujer que acompañaba a Marichuy y ocho personas más resultaron heridas, entre ellas Marichuy que tiene fractura en un brazo y otro hombre, identificado como Francisco Grado fue reportado como herido de gravedad.
A pesar de las carencias de seguridad que tiene el vehículo, éste tiene capacidad para transportar hasta 15 personas sin seguridad vial.
De hecho, las fallas son tan graves que ni siquiera en Japón, de donde es originaria la empresa fabricante Nissan, permiten su venta, ya que no cumple con las medidas de seguridad necesarias.
Pero en México, la empresa vende casi 24% de los autos de todo el país, y hasta ahora continúa comercializando uno de los autos más inseguros en el mundo: el Tsuru.
Los sistemas de seguridad ya mencionados son obligatorios en otras naciones y Nissan sí los añade en la fabricación de los productos que comercializa en otras partes del mundo. Sin embargo, en México las autoridades no los exigen, por lo que no se incluyen en los autos que aquí se venden.
A esto se le conoce como el doble estándar de la industria automotriz: fabrican coches seguros en México, pero para su exportación, mientras que para el mercado nacional sus autos no cuentan con los sistemas mínimos de seguridad vehicular.
Este doble estándar continúa en México pues la Norma Oficial Mexicana NOM 194 es tan laxa que permite este tipo de situaciones, aunque las Secretarías de Salud y Comunicaciones y Transportes han demandado a la Secretaría de Economía que exijan estos sistemas de seguridad en los autos nuevos que se venden en México.
El Poder del Consumidor y la asociación Latin NCAP han presentado propuestas concretas sobre los sistemas mínimos de seguridad vehicular; deben incluirse en la Guía para comprar un auto seguro y eficiente todos los vehículos nuevos en el mercado mexicano.
A esta petición se han sumado otras organizaciones como México Previene, Refleacciona con Responsabilidad, y la Alianza Nacional por la Seguridad Vial. Sin embargo, el gobierno no ha atendido las peticiones para normar la seguridad de los autos.
La organización social señaló que en accidentes como el que ocurrió este miércoles en la gira es posible que ocurriera un error humano del conductor y también que los pasajeros no hubieran utilizado el cinturón de seguridad de dos puntos.
Sin embargo, el cinturón de dos puntos no es protección suficiente. Las condiciones en general del vehículo, con un nivel de seguridad vehicular tan pobre, en un accidente de esta magnitud y naturaleza, son totalmente insuficientes, de ahí sus lamentables consecuencias, añadió El Poder del Consumidor.