Reforma fiscal de Trump sacude a México
La nueva reforma fiscal de Estados Unidos, considerada la única victoria tangible del presidente Donald Trump, sacudió a la Iniciativa Privada mexicana, que no descarta un golpe para México si en este lado de la frontera no se toman medidas.
La reforma, que sólo aguarda la firma de Trump tras ser aprobada por el legislativo del vecino del norte, contempla la disminución del ISR corporativo del 35 por ciento al 21 por ciento, entre otras cosas, lo que puede hacer al país más competitivo y, a la larga, provocar que la captación del ISR en México se vea mermada.
Además, esta nueva ley beneficia a las personas con mayores ingresos, pues igual les baja su tasa impositiva y busca fomentar la repatriación de capitales de las empresas que tienen dinero en otros países al fijar una tasa de entre 8 y 15.5 por ciento.
Como ya ha sido costumbre a cualquier maniobra política o económica de la administración Trump, el peso reaccionó a su discusión y aprobación pues desde que el debate de esta reforma comenzó a ganar ímpetu a principios de mes tanto en el capitolio como en los mercados, el peso mexicano no ha bajado de los 19 pesos.
La ley, que entrará en vigor el primero de enero, provocó que la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) urgiera ayer medidas al gobierno federal para contrarrestar cualquier repercusión en México.
Entre las propuestas de la Coparmex se encuentra la deducción absoluta de las prestaciones laborales y de las aportaciones a las pensiones.
En el mismo tono, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), pidió medidas como la reducción del ISR, además de que adelantó que el viernes empresarios mexicanos y autoridades federales se reunirán para analizar propuestas.
PIDEN CAUTELA
Sin embargo, para expertos como Manuel Molano, director general adjunto del think tank Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), lo mejor que México puede hacer es esperar un análisis minucioso de la reforma y bajar impuestos que beneficien a los asalariados en México.
Ello, debido a que para Molano no están claras las posibles consecuencias tanto en EU como en México de la reforma fiscal de Trump.
“Estás hablando de una rebaja fiscal que según la estimación del congreso americano representa menos de un punto del PIB anual de reducción de la carga fiscal. Yo dudo de esas estimaciones, no he visto un análisis serio ni de cuánto va a costar ni de cuál es el efecto en el crecimiento”, dijo Molano.
Además de que para el economista, México aún seguirá siendo competitivo frente a Estados Unidos debido a que una de sus principales ventajas comparativas con el vecino del norte son los costos más bajos.
“El trabajo es mucho más barato en México para cualquier categoría comparable, compara un doctor allá con un doctor acá y compara un albañil acá con un albañil allá”, dijo el experto.
Además de que abrir el debate fiscal en año electoral en México, agregó Molano, puede no ser buena idea.
Incluso ya el mes pasado, los economistas de BBVA Bancomer habían advertido a México de no sobrerreaccionar al plan fiscal de Trump puesto que el país seguirá siendo competitivo.
Y sobre la tentación que podría provocar esta ley para bajar impuestos en México, varios expertos como el propio BBVA y la CEPAL, han advertido que el país cuenta con poco margen de maniobra para reducir la capacidad de captación de ingresos fiscales puesto que se corre el riesgo de no alcanzar el tan ansiado superávit primario este y el siguiente año, luego de que los mercados prendieran las alertas ante el crecimiento de la deuda mexicana con la actual administración federal.
