Un ataque armado compromete la paz y la libertad de expresión en Cancún
Los vidrios de protección no sirvieron y los hoyos que dejaron las balas de grueso calibre demostraron que la violencia en Quintana Roo continúa. Todo esto sucedió este martes cuando dos sujetos armados se aproximaron a la entrada del edificio en donde se encuentran las oficinas del medio televisivo Canal 10. Al aprovechar la entrada de dos empleados, abrieron fuego contra el edificio.
Todo quedó grabado por las videocámaras de vigilancia. Se puede ver a dos hombres, uno de ellos grabando todo desde el estacionamiento, que se acercan al sitio momentos antes del ataque. Después, uno de ellos accionó una arma larga en contra de las instalaciones del canal. El video también muestra a los empleados dentro resguardándose en el piso del lugar.
Según datos oficiales, no hay fallecidos. Un trabajador de la televisora Canal 10 recibió un impacto de bala y fue llevado inmediatamente a un hospital en donde se reporta estable. Su herida no fue de gravedad, pues el daño fue producto del rebote de una esquirla que le impactó en el hombro. Como consecuencia del ataque armado, también varios empleados mostraron crisis nerviosa y lesiones leves derivadas del ataque.
De inmediato se movilizaron unidades de la policía estatal de Quintana Roo. Al respecto, el fiscal general del estado, Miguel Ángel Pech, dijo que “una de las principales líneas de investigación está relacionada con las actividades profesionales de dicho medio de comunicación”. Y es que Canal 10, asegura la propia televisora, lleva “años informando sobre el acontecer de lo que sucede en esta zona siempre con veracidad ante la sociedad”.
“Estos hechos delictivos lesionan la paz del estado. Por eso reiteramos el compromiso de investigar a fondo estos acontecimientos con total apego a derecho”, dijo el fiscal. “Por el momento, no hay suficientes datos y medios de prueba que determinen que este fue un ataque directo al medio de comunicación”.
Señalaron que pudieron localizar en persecución a los agresores pero que, sin embargo, no los pudieron atrapar. “Se tiene conocimiento que elementos de seguridad tuvieron a la vista a los agresores pero no pudieron alcanzarlos. Pero se encontró el arma utilizada”. No se sabe realmente si el ataque fue dirigido a una persona en específico, a un grupo de trabajadores o al medio en general. Lo cierto es que este ataque confirma que los medios en el sur de México aún corren peligro ante grupos criminales.
Carlos Joaquín, gobernador de Quintana Roo, habló rápidamente al respecto y condenó el ataque. «He pedido a todas las fuerzas policiacas que investiguen a fondo y mandemos el mensaje claro de que vamos a detener a quien lo hizo y no vamos a permitir que afecten a nuestra gente de medios de comunicación».
Añadió que trabajará para no solo garantizar la seguridad de los quintanarroenses; sino que también se coordinarán esfuerzos para no permitir que ningún hecho delictivos entorpezca la labor informativa y de libertad de expresión en este estado del sur de México.
También los integrantes del Congreso de Quintana Roo condenaron el ataque y se alzaron al llamado para reforzar la seguridad a los medios de comunicación en el estado. “Atentaron contra la libertad de expresión de todos los quintanarroenses”, dijo el diputado Eduardo Martínez. “Exigimos a la fiscalía que dé a conocer los móviles de este ataque”.
Por parte de la cadena televisiva, su director, Carlos Toledo, dijo desconocer el móvil para realizar las detonaciones, pero anticipó que tomará medidas para reforzar la seguridad del inmueble y el personal a su cargo. Este ataque no dejó víctimas fallecidas pero sí compromete el ejercicio periodístico en un estado más del país.