Va juicio político contra Graco Ramírez, de los últimos gobernadores del PRD
El perredismo está prácticamente liquidado. A diferencia del PRI, que mantiene una base interna convencida y organizada para resucitarlo, en el partido del sol azteca no hay nadie que esté interesado en darle nueva vida al partido. Con unos números letales obtenidos en las elecciones del 2018, los amarillos solamente acumulan crisis y escándalos.
Uno de los últimos gobernadores perredistas enfrentará ahora un juicio político. Graco Ramírez dejó el cargo hace unos meses en Morelos, bajo graves acusaciones de corrupción interna. Las comisiones internas del congreso local han votado a favor para investigar legalmente al exgobernador, además de incluir en el juicio político a quienes fueran su secretario de hacienda y su contralora.
Graco está acusado de no entregar al menos 120 millones de pesos en la transición entre su gobierno y el de Cuauhtémoc Cárdenas. Ahora como gobernador, el exfutbolista se ha lanzado de lleno a acumular evidencia para iniciar un proceso legal en contra de Ramírez. Con esto, el perredismo sufre un descalabro más, después de que perdieran el registro en varios estados, acumularan una crisis financiera histórica y su único gobernante activo, Silvano Aureoles, es ya el gobernador más repudiado del país.
Tanto Graco como sus cercanos serán llamados a comparecer en el congreso morelense, después de una investigación profunda para el perredista. Con esto, el PRD enfrenta uno más de los clavos con los que está por sepultarse su partido. Los amarillos no tienen ni quieren elegir dirigente nacional y las figuras de peso que quedaban ya buscan aliarse a otros o crear algo nuevo.