Peña Nieto no quiere regresar a México en estos momentos
El priista está consciente de todo lo que está pasando con sus grandes aliados cuando estuvo en el poder. Su coordinador de campaña se encuentra prófugo y es buscado en todo el planeta por estafa. Su secretario de hacienda también huyó del país hace tiempo, mientras su gran secretaria de programas sociales está recluida en un penal de máxima seguridad.
Enrique Peña Nieto, mientras tanto, se pasea con su nueva pareja por el mundo. Luego de que se eliminaran las pensiones presidenciales, el priista no ha dado explicación de con qué dinero ha logrado pasearse entre norteamérica y Europa para asistir a eventos exclusivos. Ya con su regreso a México planeado, el mexiquense ha tenido que retrasar los vuelos con la avanzada anticorrupción actual.
Se le acumulan casos
Peña ha sido mencionado como nombre clave en operaciones corruptos en Pemex, el gobierno federal e incluso desde antes, cuando fue gobernador del Estado de México. Además, se le ha acusado de recibir sobornos por parte del narcotraficante más poderoso del mundo y también se le acusa de facilitar un desvío de recursos para campañas electorales a favor del PRI, el famoso caso Chihuahua.
Estas precauciones de Peña Nieto dejan ver su forma de pensar: mientras más lejos se esté de México, menos riesgo de ser detenido por la justicia nacional. Esta idea también la mantienen pesos pesados del priismo como Salinas de Gortari y Luis Videgaray, quienes hace meses que no disfrutan de una semana entera en territorio nacional. Antes de partir, Peña Nieto aseguró que viviría tranquilamente en el Estado de México.
El peñismo huye de México
Todo apunta a que las grandes cabezas del peñismo seguirán siendo investigadas por graves casos comprobados de corrupción. Audios recientes dejaron ver cómo Pemex fue usada como máquina de extorsiones, además de que se reunieron 2,000 millones de pesos para la campaña de Enrique Peña en 2012, todo gracias a los moches desde la petrolera. Dentro del PRI tampoco se menciona mucho el nombre del expresidente.
La imagen de Enrique Peña Nieto no es tan pulcra como el priista intentó dejarla. Sus niveles de aprobación bajaron drásticamente después de escándalos como Ayotzinapa, la Casa Blanca, Fertinal, el caso Chihuahua, los gasolinazos, la reforma educativa y la energética, además de los derroches de su presidencia en viajes, publicidad oficial y construcciones de lujo en Los Pinos.