El 90% de las plantas medicinales en México podrían desaparecer
María Isabel Jiménez Salinas, defensora comunitaria y quien lleva más de 25 años practicando la medicina tradicional relató que el 90 por ciento de las plantas medicinales están en peligro de extinción por la instalación de 27 parques eólicos en la región del Istmo de Tehuantepec, en el estado de Oaxaca.
La médica tradicional trabaja con más de 200 plantas, con las que produce pinturas, pomadas, jarabes y cremas para la atención a la salud de las personas. Sin embargo, las plantas son cada vez más complejas de recolectar por la instalación de las más de mil 500 torres eólicas.
Originaria de Juchitán de Zaragoza, Jiménez Salinas recolectaba de forma natural las plantas, flores y raíces en la zona sur y norte de su comunidad, pero ahora muchas se han extinguido o hay en muy pocas cantidades, lo que ha provocado que María Isabel tenga que trasladarse a mercados de otras poblaciones, como Chiapas, Oaxaca e incluso la Ciudad de México.
“Nos cuesta más trabajo conseguir las plantas en esta época, porque ha habido invasiones de proyectos eólicos y nos han despojado de nuestros territorios, de donde recolectábamos yerbas para curarnos o prevenir las enfermedades”, dice la especialista.
Un ejemplo es el conocido al “Árbol de San Juan”, que se utiliza para eliminar granos en la piel y los talabarteros lo ocupan para curtir la piel del ganado con la cual hacen sus huaraches.
A pesar de la merma de yerbas curativas, María Isabel no se resigna a dejar morir esta costumbre, ya que dice, “ha visto mejoras en la salud de las personas”.
México, referente mundial
A pesar de la crisis de las comunidades del sureste del País, Juana Leticia Rodríguez y Betancourt, presidenta de la Academia Nacional de Ciencias Farmacéuticas, refirió que México es el segundo país en el mundo con mayor número de plantas medicinales registradas.
Lo anterior, destacó, refleja el gran potencial que hay para su uso en la terapéutica y los retos que se enfrentan para demostrar su eficacia, seguridad y calidad.
Actualmente, reconoció que las universidades son quienes realizan estudios e investigaciones, por lo que es necesario tener mejores políticas y más apoyos para impulsar más esta investigación.
Por ello, es importante no solo el estudio en plantas consideradas benéficas para la salud, sino también su conservación, pues varias de ellas pueden ser endémicas y si se sobreexplotan o no se protegen se agotaría el recurso, como en el caso de Oaxaca.
Un ejemplo es el de Alexandre Cardoso Taketa, de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, quien reportó el primer cultivo in vitro de callos de helecho endémico de México, del que se ha documentado beneficios neuroactivos, pero que cada vez es más difícil conseguir debido a la presencia humana en su hábitat.
Estas plantas, añadió, crecen de forma muy lenta y la gente no las valora al considerarlas sólo un adorno, por lo que el trabajo desarrollado en su laboratorio ofrece una oportunidad de conservación de este tipo de organismos.